[𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚 #2] Libre al fin.

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Gotas de sangre caían constantemente al suelo. El blanquecino color del suelo de la casa era manchado por el espeso y carmesí líquido que comenzaba a correr por este.

Gritos de dolor mezclados con terror rompían el perpetuo silencio que solía haber en aquella casa.

Minho estába jugando nuevamente con su muñequita, pero esta vez el juego era rudo... mucho más rudo.

Minho quiere ser rudo con su muñequita.

-¡Para Minho! ¡Y-ya no soporto!-

Espesas lágrimas llenaban el más que pálido rostro de Jisung, el cuál estaba atado de pies y manos, tirado a su suerte en el frío suelo de ceramica, su cuerpo lleno de terribles heridas; las cuales sangraban abundantemente y el vestido que estába usando completamente roto y andrajoso.

-P-prometo que no volverá a pasar, seré un buen niño de ahora en adelante.-

Minho tenía una sonrisa bastante macabra. Su ropa estába llena con aquel líquido carmesí que expulsaban las heridas de Jisung. El grueso látigo negro que sostenía su mano estaba humedo y dejaba caer gruesas gotas de sangre.

-Has sido una muñequita mala, por eso mereces un buen escarmiento para que seas buena.-

Un nuevo azote fué dejado en su cuerpo y Jisung solamente pudo gritar de dolor.

Se preguntarán, ¿por que Minho le hace tal crueldad a Jisung?

Resulta que su linda muñequita había roto su regla más importante: No salir de la casa.

Jisung había salido al jardín. Había visto a una hermosa mariposa volar, además de ver algunas flores brotar de la tierra y su curiosidad fué tan grande que rompiendo la regla principal salió al enorme patio que poseía aquella casa. Poco le importó que afuera estuviese lloviendo, Jisung sólo quería jugar con aquella bella mariposa.

Las gotas de lluvia corrían delicadamente por su cuerpo, hacía tanto tiempo que no jugaba bajo la lluvia, la mariposa había huido pero Jisung estaba feliz de sentir nuevamente las frías gotitas de la lluvia. Se sentía libre y eso conllevó a que empezara a cantar.

Su vocecita era suave y angelical, esta denotaba grandes cadencias vocales y perfecta armonía. Pero la letra, la letra demostraba la realidad de su vida.

-Yo no puedo vivir, desde que la perdí, yo me siento morir de tristeza y dolor. Para mi no hay placer, todo ya concluyó, hoy mi vida se vá. Yo me siento vivir, de tristeza y dolor, voy por la vida con mi pesar. Cisne que canta para morir, alma cautiva del corazón. Así es mi vida... así soy yo.-

Aquella canción contaba su triste vida y próximo futuro. Pues a pesar de que Jisung ya estaba muerto por dentro, a veces sentía que su cuerpo y alma no soportaría más violaciones y maltratos.

Pobre Hannie, ¿Estás cantando tu última canción?

Todo parecía estar bien, pero lamentablemente... Seungmin pagaría las consecuencias.

Lindo e indefenso Jisung, jamás debiste salir de la casita de muñecas.

Su voz se escuchaba tan clara y potente, que llamó la curiosidad de una de las vecinas. Quién no dudó en descubrir quién era el dueño de tan hermosa voz.

Al ver por la valla, vió a un lindo niño de cabellos azules y rostro similar al de una ardillita, este usaba un vestido semi transparente rosado y no usaba calzado alguno.

Pero lo que más le había llamado la atención eran las horribles marcas que decoraban la blanquecina piel del menor. Como si sufriera algún tipo de abuso.

☹︎¡No Soy Una Muñeca! (MinSung) (Terminada)☹︎حيث تعيش القصص. اكتشف الآن