Capítulo 46: Tú le das sabor a mi vida

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Actualización 2/3

Capítulo 46: Tú le das sabor a mi vida

Sentí mi rostro entero sonrojarse y mi piel temblar, en un momento me vinieron miles de cosas a la cabeza que me la revolvieron y me dieron miles de respuestas posibles, tanto positivas como negativas.

Pero todas llegaban a la misma conclusión, no estaba lista, no cuando aún curaba todas las partes rotas dentro de mí y derretía los fragmentos de hielo de mi corazón.

Negué con la cabeza.

-Hades, es... muy pronto -murmuré.

Es decir, aún estaba asimilando que lo había vuelto a ver, ¿lo amaba? Creo que sí, pero... tenía que ir con calma, no quería volverme a estrellarme cayendo desbocada en el mismo hueco.

Tenía que empezar a acostumbrarme a caminar en este suelo firme que significaba nuestra relación, una nueva, sin secretos, sin prohibiciones, solo una pareja que desea amarse.

Hades permaneció muy quieto, como si no hubiera esperado una negativa de mi parte, pero es que habían pasado muchas cosas, ahora era él el que debía de tener paciencia conmigo.

-Vale -dijo-, te daré tu tiempo para asimilar que sigo siendo el amor de tu vida.

Sonreí cuando lo vi acomodarse en su asiento, vaya, él no lo decía con sarcasmo o burla, él lo decía muy en serio.

«Hola, señor engreído».

Pero también recordaba que su condición tenía que ver con sus actitudes.

Le agradecí por su comprensión y comí un poco de pan pero realmente no tenía mucha hambre, no sabía si era por la resaca de ayer que aun sentía un poco de nauseas y el estómago revuelto, tal vez tenía que esperar a que la pastillas hicieran el efecto.

Tomé un poco de agua.

-¿Deseas café? -preguntó Hades, extrañado de que no hubiera tomado café, al parecer él aun recordaba que tenía por costumbre tomar café todas las mañanas, pero todo en esta mañana se sentía diferente.

Como si hubiera entrado a un mundo nuevo o desbloqueado un nuevo nivel de mi vida.

-No gracias, no me provoca. -dije, solo quería que las pastillas hicieran el efecto rápido.

No quería nada que me hiciera vomitas frente a él otra vez.

No podría con tanta vergüenza.

-Oye -continué diciendo-, ¿Qué ocurrió con Florian?

Lo último que recordaba era que Florian le ofreció darse los puños a Hades y este último respondió chasqueando los dedos dormiéndolo en medio del club.

-Demetri lo llevó a su casa. -dijo como si le desagradara hablar de él, al parecer la contienda entre ellos era muy palpable.

Oh.

Al menos no se había quedado ahí.

-Pero... ¿dormido? -pregunté.

No podía imaginarme a Demetri cargando a Florian sobre su hombro como peso pluma en medio del club.

-Sí. -se limitó a responder.

Uhm.

Ahora que lo pensaba no había revisado mi celular, mis amigas debían de estar preocupadas.

-También les avisó a tu amigas que estarías conmigo a salvo. -continuó diciendo Hades como si me leyera la mente.

Oh.

Eternamente Tuya (#3) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora