Protectores: Ania Ghoster

Capítulo 4:

-Disculpe la interrupción, profesora- dice Charlie el secretario de la directora.

- ¿Qué pasó Charlie?, ¿tienes algo para mí? –

- no precisamente, venía a dejarle una carta a Luciana Cortéz, de parte de la directora dice que es muy importante- se acerca a mí y mientras me entrega la carta me susurra - Mack no miente- se aleja rápidamente y se dirige a la puerta- eso era profesora, siga con su clase-.

-bueno, como decía...- y la profesora siguió con su clase.

Ahora me entró mucha curiosidad. Si Charlie también sabe... no significa nada, conociendo a Charlie, Mack le hubiera ofrecido dinero y él sin rezongar va; lo que más me interesa es la carta, ¿Qué tendrá que ver la directora en todo esto?, armé un búnker con los cuadernos y libros en mi escritorio para que la profesora no me viera, ya que a ella no le gusta nada que no sea de su asignatura, y empecé a leer:

Luciana, hay muchas cosas que no te puedo decir aún, no creas que estoy mintiendo y tampoco le pagué a Charlie, de igual manera lo que sí puedo decirte es quién soy: Mack Rojo, viví una infancia difícil, encerrado en un lugar muy lejano, tengo un hermano mayor que no conozco, pero un amigo de él me dijo que, muy probablemente, me estaría esperando aquí con unos amigos, lo estoy buscando; yo soy de la nueva raza, Protector, para ser más específico de la clase B y no tengo Elegido; mi raza se caracteriza por cambiar mi cuerpo humano en un monstruo enorme o en uno pequeño, también en desarrollar habilidades físicas anormales para los Puros (personas sin poderes), y la que espero sea tu raza, los Elegidos, se caracterizan por sus poderes extra físicos, canalizando la energía en una fuerza visible, para hacerlo más sencillo, existen Elegidos que controlan el fuego, agua, aire, tierra, el sonido, etcétera, ya que sabes un poco más, te espero afuera de tu colegio con una amiga que es Zoyo, estos saben identificar a las razas de otras, además de otras cosas, debemos asegurarnos de que no seas un Puro; no faltes.

Mack Rojo

Todavía creo que es demasiado sospechoso todo, pero veamos cómo va a terminar esto.

Tocaron el último timbre del día y como decía la carta, Mack estaba con una señorita a su lado, todo en ella expiraba normalidad, era una persona común y corriente lo más destacable eran sus ojos verdes.

- Hola Luciana, ¡ven apúrate! – me hace señas

- otra vez vino este tipo- es obvio que Marcelo no confía en él.

- se llama Mack y creo que va a venir seguido-

- con cuidado, voy a estar a una cuadra antes de tu casa, para dejarte en la puerta y que tus padres no se preocupen-

- está bien, no creo que me demore tanto- me fui corriendo- hola, Mack-

- hola, ella es Mica- se dirige a ella- Mica ella es Luciana- volvió a mirarme- ella va a ser quién confirme que seas una Elegida y si lo eres, será quien te va a entrenar, si aceptas, claro-

- hola Mica, ¿esto se va a demorar mucho?, tengo una prueba mañana y me están esperando en casa-

- eh...no, solo me concentro y ya- su voz era dulce y calmada. Tierna.

- okey- cerró los ojos, respiró y volvió a abrirlos.

-confirmado, eres Elegida, ya has experimentado tus poderes y te borraron la memoria-

-eso es... ¡fantástico!, ¿lo escuchaste? No me había equivocado- dijo eufórico

-bueno, entonces ¿ya terminamos? Me tengo que ir-

-sí, pero recuerda mañana te estaré esperando afuera de tu colegio, ahora que lo confirmé te quiero mostrar algo, adiós-

-adiós, hasta mañana- mañana salgo por otra puerta.

- ¿es de confianza? - interrumpe el silencio que llevábamos. Su cara se mantuvo igual de enojada.

- ¿de quién hablamos? – dije, verdaderamente desorientada, ya que estaba pensando en otra cosa, aunque inmediatamente supe de qué hablábamos.

-del tipo fuera del colegio ¿es de confianza? –

-ah, no sé, ya veremos-

-cuídate, en serio te lo digo- me dijo deteniendo y tomándome de los hombros.

-sí, lo haré-

-bueno, confío en ti...y ya llegamos, aunque no tan tarde como para que se preocuparán, adiós- se va corriendo Marcelo

- ¡estudia!, hasta mañana-.

- ¡¿Cómo puede ser posible?! – me quedé dormida, justo hoy. Voy a tener que ir por el atajo, no creo que Mack esté ahí.

Llegué a la mitad y claro que Mack estaba ahí, no sé qué estaba haciendo, pero llevaba puesto ese traje raro, se paró muy derecho, aplaudió, hubo un destello de luz y... desapareció; había un animalito que parecía un pájaro en lugar de Mack, me miró, pasaron tres segundos, otro destello y apareció Mack mirándome:

- ¿Qué haces acá? ¿ya te decidiste? – se me estaba acercando tan rápidamente que me puse nerviosa.

- ¡no!,- lo traté de frenar de lejos, funcionó- solo estoy llegando tarde, y la prueba empieza a primera hora-

-Ah...te puedo llevar si quieres- dijo, claramente, desilusionado

-no gracias, estoy ocupada y no veo un auto-

-no hablaba de un auto, sino de volar-.