Matar a un dios • Spruan

Buenos momentos - Final

Juan fue quien puso fin a ese abrazo una vez se sentía mejor, realmente sentía como un peso se había levantado de su pecho, Toska realmente estaba muerto, finalmente era libre de ese monstruo. Juan sintió la mano de Spreen en su mejilla y no pudo evitar inclinarse hacía ella, aunque al final Spreen logro llegar a el para enfrentarse a Toska, el castaño tuvo que hacerlo solo la mayoría de ese tiempo, sentir el contacto de su novio simplemente era reconfortante despues de todo eso. "¿Seguro que estas bien?" La seguridad del hechicero era la prioridad del oso ahora que ya no había una amenaza. "Si, si, tranquilo. Creo que ya se me paso el efecto del veneno, nada de que preocuparse."

Ambos intentaron levantarse para poder volver a casa y tomar un merecido descanso, sin embargo, Juan no pudo hacerlo. "Quizá hay una cosa de que preocuparse." Dijo Juan mirando su pierna, notando como el azul de su pantalón se había vuelto mas oscuro, al menos su bandana había evitado que la mancha fuera mas grande. "¿La podes sentir?" Juan asintió ante la pregunta. "Esta algo entumido, pero si." También seguía sintiendo algo de dolor, lo cual es una buena señal, Spreen no tardo mucho para cargar a su novio como princesa listo para volver a la plaza central tan rápido como le fuera posible, Juan decidió detenerlo. "Espera, tengo una mejor idea." El hechicero aclaro su garganta. "Dioses del todo! ¡¿Me oyen?! Necesito un ultimo favor el día de hoy!" Los truenos no tardaron mucho en hacerse presentes, indicándole al hechicero que lo escuchaban y estaban ahí, Juan no necesito decir mas para que los dioses los enviaran a casa.

Todo el pueblo se encontraba en la plaza central tras recuperarse de las visiones de Toska, todos esperaban a la vuelta de Spreen y Juan, realmente no tenían mas alternativa, ninguno de ellos sabían donde estaban así que ir a ayudarlos no era una opción, lo unico que les quedaba por hacer era esperar. La atención de todos ellos fue llamada por la cantidad de rayos que comenzaron a caer en el centro del pueblo, poco despues los rayos pararon y todos pudieron ver a la pareja aparecer en el mismo lugar marcado por los rayos, Juan levanto una mano para saludarlos a todos y fue cuestión de segundos para que todos se amontonaran alrededor de ellos. "Zorman, necesito que revises a Juan, se lastimo la pierna." Spreen ignoro las preguntas de sus amigos y compañeros ya contestarían todo una vez la herida de Juan estuviera tratada, su mirada fue suficiente como para que todos se movieran para dejarlo pasar hasta llegar con el científico, el cual tardo un poco en procesar la información. "Si claro, vamos a mi laboratorio." Como era de esperar, todos intentaron seguirlos al laboratorio en parte porque les preocupaba Juan pero seamos honestos, la mayor motivación de seguirlos era estar de chismosos y ver como había terminado todo.

Para el desagrado de la mayoría tuvieron que esperar fuera mientras Zorman trataba las heridas de Juan, Spreen coloco a Juan sobre una mesa donde Zorman tendría mejor acceso  al área lastimada. "¿Cómo paso esto exactamente?" Pregunto el científico mientras limpiaba la sangre seca alrededor de la herida antes de desinfectarla. "Me disparo una flecha y me la arranque." Zorman detuvo lo que estaba haciendo volteando a ver a Juan con un pequeño tic en el ojo. "¡¿Pero serás tonto?! Con este tipo de heridas JÁMAS sacas el objeto que lo ocasiono mientras no puedas recibir ayuda! Eso es lo unico impidiendo que te desangres! Se supone que eso es conocimiento general! Tienes suerte de que no toco nada importante!" Juan se encogió levemente sobre si mismo ante el regaño de su mejor amigo, que tenía completamente la razón, pero en ese momento el castaño no podía pensar en la mejor decisión medica, si no en la decisión que le permitiría seguir peleando. "... ¿Es mal momento para decirte que hice lo mismo en mi hombro?" La mirada que Zorman le dijo mas que  cualquier palabra.

Tomo bastante tiempo para que Zorman pudiese limpiar las heridas, desinfectarlas y aplicar algo de morfina antes de poder coser las puntadas, Spreen abrazo a Juan de la mejor manera que pudo sin moverlo dejando que el castaño escondiera la cabeza en su hombro, el que Zorman estuviera cosiendo las puntadas realmente no le dolía gracias a la morfina, aun así a veces podía sentir como se jalaba su piel haciendo que se estremeciera levemente esperando que el científico terminara pronto. El hombro de Juan no tardaría demasiado en sanar, especialmente si usaba objetos curativos, su pierna por otra parte tardaría bastante mas en sanar considerando que era una herida bastante mas profunda y que Juan estuvo intentando caminar con esa herida, el científico estaba bastante cerca de querer matarlo el mismo por tremenda estupidez. "Vas a necesitar una silla de ruedas hasta que tu hombro sane, despues de eso vas a usar muletas, no quiero que intentes caminar sin ellas por al menos un mes, hablo en serio Juan. Forzaste demasiado tu pierna al caminar y moverte con músculos literalmente desgarrados, deberías estar agradecido de no tener daños permanentes." Quizá fue un pequeño favor de los dioses que ese fuera el caso, Juan ya había sufrido mas de lo que debería, no necesitaba lidiar con daño permanente. Juan no le dio tanta importancia a las muletas o a la silla de ruedas, siempre podía levitar ahora que tenía un mejor control sobre su magia ... magia que ahora mismo no podía usar gracias a que estaba exhausto.