Capítulo 18

18 1 0
                                    

Gaby y yo nos quedamos mirándonos aterrados, no, estabamos cagados nuevamente, chorriados.

¿Cómo pudimos tener un descuido así?

Santo cielo, yo lo tuve presente tantas veces y finalmente el día que lo hacemos, lo olvido. Quiero entregarme yo mismo a la cárcel y que me condenen a cadena perpetua y luego los presos de degollen. Es el peor crimen que he cometido.

No sé que es peor, si el accidente con mi abuela o ésto.

La idea era pasarlo bien, liberarnos un poco, relajarnos, disfrutarlo... No cagarla así.

__ ¿N-nic? –la voz de Gaby me trajo de vuelta a la realidad, se veía muy asustada, estaba cubriéndose hasta el cuello con la cobija, cómo protegiéndose de algo.

__ No te preocupes, no pasará nada.

__ Es que... No si si estoy en los días seguros... No... Saqué esa cuenta.

Un ojo se me quiso cerrar al oír eso, pero que gran ayuda sería en mi vida ser padre a los 16.

Excelente, Dominic, genial.

__ ¿Y-y sí?...

__ Ok, calmemonos, no va a pasar nada ¿De acuerdo?

__ Pero ¿Y si pasa? ¿Que vamos hacer?

Mi cabeza hizo cortocircuito, maldición, no sabía que decirle.

__ ¿Malta con canela?

__ ¡Nic!

__ Está bien, está bien, solo era una idea.

__ ¿Y abortar es la mejor solución?

__ Gabriela, mi niña –me acerqué a ella tomando sus manos, les dejé un beso y la miré fijamente– si eso llega a pasar, esa sería la mejor solución, no puedes salir embarazada solo con 14 años, te echarían de tu casa y a mí me cocinarian vivo, tanto tu familia cómo la mía, todo se echaría a perder, tendrías que dejar los estudios para dedicarte a cuidar un niño que no quieres, ¿Entiendes lo que digo?

Ella se quedó pensativa, no quería decírselo así, sonaba terrible, parecía querer matar a alguien, pero no podíamos dañar nuestra juventud de esa manera, no podía dañarle su juventud a ella.

Ella bajó la mirada sin decir nada y comenzó a jugar con sus manos, estaba nerviosa, se veía muy sexy así.

__ Óyeme, no quiero que te angusties, por ahora solo duérmete y... Mañana compramos una pastilla de emergencia.

__ ¿Creés que funcione? –en su mirada ví un rayito de esperanza.

__ Claro que sí, Luis y Vane siempre lo usan, ahora vamos a dormir ¿Si?

Asintió y los dos volvimos acostarnos, Gaby se acurrucó en mí lo más que pudo y yo la abracé cuál osito de peluche. El cansancio me ganó y terminé durmiendo primero que ella.








Me desperté con dolor en la espalda, era el resultado de echar tanta cintura después de pasar casi dos días sentado en un hospital. No quería levantarme, pero mis tripas gruñían y necesitaba saber de mi abuela.

Gaby no estaba en la cama, yo me puse un paño ya que anoche dormimos desnudos, fuí al baño y después de asearme bajé a la cocina, ella estaba de espaldas cocinando con mi camisa puesta y el cabello recogido, se veía hermosa.

__ Buenos días –le plasmé un beso en la cabeza y ella me abrazó regalandome una sonrisa.

__ ¿Cómo amaneces?

__ Bien, ¿Mamá llamó?

__ Mandó un mensaje temprano, anoche parece que pudo dormir gracias a los muchachos que se quedaron pendiente.

La Vida No Es BellaWhere stories live. Discover now