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Sin darse cuenta Harry, Louis y Jamie se habían convertido en una familia.

Incluso Harry se había olvidado de la razón por la que se había ido a vivir a casa de Louis.

Pues todo comenzó a cambiar desde aquella noche, cuando Louis habló sobre la madre de Jamie (si es que le podemos llamar así).

Jamie reconoció al omega de Harry como su madre, había tardado un par de meses en decirle mamá.

Fue esa tarde, cuando Louis dijo que Jamie tenía una cita en el dentista, se supone que el alfa tendría que atenderlo ese día pero, movieron los horarios y Louis terminó atendiendo a otro paciente.

Así que Jamie tuvo que entrar a otro consultorio, con la amiga de su padre, Jane, quien fue demasiado amable, Jamie estaba asustado, no era la primera vez que asistía al dentista pero todas esas veces fue su padre el que se encargo del chequeo de rutina.

Harry recuerda el brillo en sus ojos cuando Jane le dijo que su madre podría entrar a la consulta con el.

Jamie siempre escuchaba a los niños de la escuela decir que tenían una mamá, y su pecho latía desesperado por tener una.

Y desde ese día el "mamá" no paraba de escucharse por toda la casa.

Para cuando Jamie cumplió 5 años, ya se encontraba junto a los demás niños en el salón de Florence.

Jamie llegaba con dibujos de su familia los cuales eran colocados en la nevera con un par de imanes.

Harry y Louis aun no estaban enlazados, querían tomar las cosas con calma.

Louis se mantenía ocupado en el trabajo, atendiendo a las personas que llegaban con problemas dentales a su consultorio.

Harry por otro lado, enseñaba a sus pequeños alumnos a contar, los colores y las letras del abecedario.

Eran felices.

Louis había entendido que aquel omega había llegado de la mejor manera.

Harry llego como la brisa de verano

Like the summer breezeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora