Extra 1

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Caminaba por un lado de Agni este me tomaba de la mano, en mi mano izquierda llevaba mi bolso un bolso algo caro para ser sincera fue regalo de Agni en mi cumpleaños, estábamos por llegar a una junta con unos socios de Agni, socios que Agni ya había trabajado hace años pero por unos problemas estos socios se alejaron y el día de hoy, se volverían a ver después de tantos años. Estaba nerviosa ya que esta junta iba ser algo interesante mucha gente en diferentes países estaban esperando el «Si» de Agni para poder iniciar todo.

Entramos al elevador para subir al piso donde nos encontraríamos a estos socios, Agni iba muy elegante y algo nervioso se le notaba ya que cada segundo se movía la corbata era como si le faltaba el aire.

Se abrió la puerta y salimos, solo cansamos unos pasos hasta llegar a estos socios, dos chicos. Sonrieron al ver a Agni uno de ellos lo abrazó como si fueran hermanos, el otro chico solo se quedó parado esperando que nos presentaran.

―Dione, ven

Doy un paso enfrente donde esta Agni, este me toma de la cintura.

―Dione te presento a mi amigo ―dice con una voz suave.

―Mucho gusto, me llamo Min Yoon-Gi ―saluda con una reverencia con la cabeza y hago lo mismo.

Min Yoon Gi: un chico de una estatura se uno setenta y cuatro, rasgos Coreanos, cabello color castaño o café, ojos cafés oscuros.

―El gusto es mío ―sonrió.

Min Yoon Gi voltea hacia atrás, para llamar al otro chico quien este con un poco de timidez camina hasta nosotros.

―Mucho gusto, me llamo Park Jimin ―hace una inclinación con su cabeza.

―El gusto es de nosotros ―Agni agrega mirando ambos.

Park Jimin un chico de estatura uno setenta y cuatro, rasgos coreanos, cabello negro ojos claros y muy bonitos.

―Por favor pasen, tenemos que iniciar esta junta ―agrega yoon.

Antes de poder avanzar Yoon habla.

―Dione y Agni, ustedes me pueden decir Suga y a mi esposo Jimin ―abre la puerta y nosotros asentimos.

Suga y Jimin son esposos desde hace tres años sus padres aceptaron el matrimonio más sabiendo que ambos vienen de una familia muy bien posicionada en toda Corea del Sur.

Entramos a la sala de juntas, Agni se sentó enfrenté donde va el mandatario mayor, yo aun lado de él y Jimin aun lado de mio también, Suga estaría presentando todo más bien estaría dando los porcentajes de cada país con el nuevo lanzamiento.

―Si vemos en la gráfica, más de cinco mil personas están listas para distribuir la mercancía, cada país está listo ―añade Suga mostrando las gráficas.

―España estaría listo e igual Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Holanda y el mas importante, Corea del Sur. Estos están listos para distribuir cada mercancía, Solo están esperando el Si tuyo Agni para que inicie todo, y esto sea grande tan grade que le quitarías el puesto a varias personas importantes, los dos tendríamos el control ―chaquea los dedos.

Miró Agni quien este lucia convencido lo que decía Suga. Era como si Agni supiera que todo lo que él decía es verdad y cómo no, han sido socios por años y nunca los ha dejado en medias o le han hecho una mala jugada a la familia Gallagher.

―Solo es tu Si para que esto inicie ―finaliza.

Todos miramos Agni para ver su respuesta, Suga y su empresa se llevarían el cincuenta por cierto e igual que nosotros era algo estupendo sólo faltaba la respuesta de Agni para que esto inicie de una vez.

Agni soltó un suspiró.

―Aceptó ―dice Agni con seguridad en el.

Jimin sacó de su portafolio unos papeles era le contrato, se lo pasaron Agni para que lo leyera y este lo hizo, firmándolo por completo se lo volvió a entregar, de nuevo lo aguardo.

Nos pusimos de pie todos, caminamos hasta la salida nos subimos al elevador, Agni y Suga hablaban sobre los negocios mientras Jimin y yo estábamos en silencio.

Este llegó al primer piso, donde todos salíamos caminamos hasta la puerta principal, nos detuvimos para podernos despedir de cada uno.

―Fue un gusto verte Suga, me saludas a tu papá ―añade Agni abrazando a Suga.

―Igualmente me saludas a Rob, dile que lo espero en Corea para esta navidad ―sonríe.

―Me dio mucho gusto conocerte  Jimin ―lo abrazo de despedida.

―El gusto fue mío Dione ―sonríe de una forma tierna.

Ambos se toman de las manos y se van, dejándome sola con Agni este me toma de la mano, para irnos de ahí.

Caminamos hasta la camioneta negra que nos estaban esperando para irnos a casa y poder abrazar a mi pequeña hija que solo tenía cinco años.

Trío Perfecto IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora