Antes que pudiera responder Enzo se adelantó.

— De acuerdo – respondió Enzo en tono serio.

Este era mi turno para intervenir.

— ¿Cuál es la postura del jefe Lenkov ante esta situación? – necesitaba saber antes que Caesar se marchara ya que una sola palabra de mi padre podría suponer un cambio de planes.

Se produjo una pequeña pausa en la sala antes que él me contestara.

— Nada ha cambiado con respecto a las directivas desde el inicio de esta misión – el tono de Caesar seguía siendo serio – Continúen siendo cuidadosos.

Tan pronto como Caesar entregó su mensaje se marchó de la mansión ; solo habíamos obtenido un poco de información y en cualquier momento tendremos más noticias del jefe Vittore. Todos tomaron precauciones para mantener lejos a la gente de Zhang.

Ser parte del bajo mundo suponía vivir constantemente bajo cualquier tipo de amenazas. Algunas de ellas se quedaban en el aire ya que rápidamente se elimina a la mente maestra pero en otras ocasiones lograban dañar a nuestra gente. Aunque ellos creían haber ganado solo se trataba de algo efímero ya que su plan solía tener fallas y ahí era cuando nosotros devolvemos el golpe dos veces más fuerte para dejar claro que no debían desafiarnos.

Una vez más me convertí en el objetivo de alguien más pero en esta ocasión conocía su identidad y las razones por las cuales quería vengarse. Elizabeth Zhang iba detrás de mí. No podía fingir demencia, ni borrar que una vez fui la prometida de la familia Zhang. Hasta el día de hoy los ancianos del clan del Este consideraban que mi compromiso fue uno de los más largos y que podía haberme unido al clan Zhang por respeto a Evan pero luego de revisar mi caso estimaron que no habían registros de intercambio de anillos de esa manera recupere mi libertad. Además las alianzas se anularon pero ellos no sabían que Evan y yo firmamos un acuerdo « prenupcial », ese secreto Evan se lo llevó a la tumba.

Por esa razón fue que mi matrimonio con Dante tardó en validarse...

En el interior de la mansión se encontraba en silencio, en cambio, en el exterior la gente de seguridad hacía rondas y daban órdenes. La gente del servicio se había ido con Marcus para protegerlos, era lo mejor para todos aunque echaría de menos ver otra cara que no fueran mis escoltas.

Debo quedarme aquí hasta nueva orden y no tentar a la suerte con mis decisiones poco razonables. Solo por esta ocasión me comportaré como ellos desean que lo haga.

La idea de mantenernos a los dos bajo el mismo techo era para asegurar nuestra seguridad. Pero en el fondo sabía que era para evitar que pusiéramos en juego la seguridad del clan y nuestra posición dentro de la jerarquía. Anoche él había prometido protegerme con su vida y sabía que Enzo lo haría pero en esta caceria no permitire que nadie salga herido por mi culpa.

Era cierto que cuanto más conoces a alguien es inevitable no pasar por alto ciertos detalles e ignorarlos. Ambos tuvimos nuestra pequeña historia que pertenece al pasado y en el presente solo existe una buena amistad, admiración y el respeto el uno por el otro...

Ambos ya habíamos tenido suficiente tiempo para pensar e idear alguna estrategia y ya era momento de hablar sobre cómo debíamos enfrentar la situación.

Sabía dónde encontrarlo sin necesidad de preguntar a los guardias. Algunos guardias se encontraban bloqueando la puerta del gimnasio pero solo trataban de ver lo que sucedia en su interior. Había murmullos sobre a quién apostaron su dinero, pude ver como pasaban un puñado de euros a la persona que guardaba las apuestas.

Mi presencia pasó desapercibida ya que el combate tenía parte de su atención. Si, un combate cuerpo a cuerpo entre Marcus y Enzo quienes vestían ropa de deporte y solo sus puños vendados como protección. Ambos se veían un poco cansados aun así parecia que el combate estaba lejos de terminar ; Enzo tenía algo de rabia en su mirada aunque sus golpes parecían contenerse y en cualquier momento esa rabia podría salirse de control. Marcus podria ser su mano derecha mas eso no lo detendría si tuviera que defenderse si Enzo cruzaba la linea.

BEHAVIORDove le storie prendono vita. Scoprilo ora