ZIBÁ | vhope

capítulo 1

La mañana siguiente, tras la caída de la manada de los gatos, fué "caótica".

Yoongi no sabia bien como llamarla, por eso se limitaba a llamarla "caótica".

Porque aún se sentía mas muerto que vivo cuando pasaba por el pueblo vecino y veía a los pocos sobrevivientes de su manada siendo vendidos en prostíbulos y como esclavos.

Cuando los mercados se llenaron de nuevas joyas que alguna vez su madre portó.

Y cuando se topó con alfas desagradables hablando de lo bien que la habían pasado con algunos omegas que huyeron de la masacre, asqueroso.

Yoongi no era una persona que se quedaba callada, le cortó la garganta al sujeto y siguió su camino, deambulando, buscando.

No sabia si su hermano estaba muerto.
Habia encontrado el cadáver casi devorado por completo de su madre; y por supuesto, se topó con la cabeza de su padre colgada en un mástil del que alguna vez fue su territorio.

Las panteras eran repugnantes ¿Ya lo había dejado claro?

Contrario a lo que muchos pensarán, la manada de los gatos no tenia ningún problema con esos felinos despiadados. No habia deudas financieras, no habia incumplimiento de tratado, y tampoco había alguna deuda de sangre.

Solo eran las panteras y otra mas de sus tantas presas.

Yoongi tenía 5 años cuando la masacre hacia los lobos (una de las peores batallas) se llevó a acabo, y cumplió 17 cuando la misma desgracia llegó a la manada de los tigres.

Las panteras no tenían moral.

Y el ya no tenía un hogar al que volver.

«—¡Oye!, ¡Te estoy hablando!

Hacia horas que estaba vagando por el pueblo, con un cierto olor a sangre que no habia tenido tiempo de lavar, y una apariencia bastante sospechosa.

Pero aún así, nadie le habia hablado: que un extraño lo hiciera con tanta confianza y poder, activo todas sus alarmas.

—¿¡Estás sordo!?

Estaba temblando, aún asi no volteó. Si lo reconocían, era el fin. Lo capturarian y lo venderian, y asi se irían sus oportunidades de encontrar a Hoseok.

—¿Quién eres?

Entonces, cuando la mano del sujetó fue a parar a su hombro de forma brusca, solo atinó a correr.

—¡Atrapenlo!

Podia oírlos, eran cuatro o cinco, y lo estaban persiguiendo sin cansancio. En su huida, tiró algunos puestos del mercado callejero del pueblo, tumbó a algunas personas, pero no se detuvo.

Vió su oportunidad de huir cuando al fin sus ojos visualizaron la frontera del pueblo con el bosque, corrió hacia un pequeño puesto e intencionalmente tiró todo. La dueña del puesto comenzó a gritarse con su vecina, culpandola y pronto ambas mujeres comenzaron una pelea en plena calle.

Yoongi llegó a la frontera y vió como el sujeto de antes estaba siendo golpeado por la mujer con una escoba, suspiró y se adentró al bosque.»

Desde entonces, habían pasado unas tres horas, los sujetos no habian entrado a buscarlo al bosque, y el no sabía bien a donde se dirigía.

¿Donde buscar?

El país era un extenso territorio que contaba con diez manadas principales (ahora nueve) y cinco pueblos, sin contar las pequeñas tribus que se habian formado por forasteros.

Si habían capturado a su hermano, estaría en el territorio de alguna manada sirviendo de esclavo.

Si lo habian vendido, estaría posiblemente en algún prostíbulo de algún pueblo.