Una reina para el rey de los cielos (Monster Hunter)

Cap. 21_ Déjame amarte

—¡Toma a Itzae y corran! ¡Yo lo distraeré!—

El sonido de la ballesta pesada siendo disparada aturdía a la joven cazadora, quien trataba desesperadamente en no desmayarse por la perdida de sangre

—Ma.. maestro...—

Su figura empezaba alejarse mientras el enorme wyvern lo perseguía, nuevamente escucho el grito de su orden

—¡Huyan, tan pronto lo haya alejado iré tras ustedes! ¡Ahora, corran!—

Mirra quería ir tras él pero su compañera estaba agonizando, con esfuerzo logro cargarla en su espalda para inmediatamente alejarse lugar. Los disparos se perdieron en la lejanía mientras su visión se volvía borrosa y su respiración entrecortada

No sabia si tan pronto se detuviera el Deviljho las alcanzarían, solo podía correr mientras todo a su alrededor empezaba a dar vueltas y el olor de la carne quemada invadía su olfato, fue al ver a lo lejos la entrada al campamento donde finalmente colapso

Mirra se despertó agitada podía sentir el sudor frio resbalando por su frente, nuevamente el recuerdo volvía como un fantasma detrás de su espalda, trató de calmarse pero sabia que si dormía de nuevo la pesadilla volvería 

En un intento de distraerse empezó a revisar su mochila sacando un pequeño cuchillo y un cuerno con algunos patrones trazados, con delicadeza prosiguió con la labor. Pronto noto la mirada fija de su compañero 

—No encontré flautas en Astera, a si que opte por crear una—

Un suave golpe llamo su atención, el Rathalos le miraba con preocupación, por lo visto se había despertado al ella moverse

—Estoy bien, solo fue una pesadilla. No creo poder dormir ahora—

—No tengo un arma.. pero la combatiré...—

Mientras lo decía volvió a abrigarla más cerca de él, sus palabras le hicieron recordar la vez que ambos sufrieron una

<<—Cuando tenía pesadillas, mi padre solía darme su arma, decía que podría combatirlas si volvian—>>

"Aun lo recuerdas"

Un sentimiento de calidez se instalo en su corazón, mientras le veía nuevamente dormitar, Mirra observo con detenimiento las cicatrices de su rostro las cuales era profundas, con ternura acaricio las escamas para después entregarle un fugas beso y susurrar

—Gracias, Rioreusu—

—Buen trabajo, lo hiciste bien—

Mirra sonrió ante el cumplido de su maestro, había logrado cazar un Aoashira en solitario con éxito dando a si su primer paso como cazadora de la aldea Yukumo 

—¡Gracias, maestro!—

Lo escucho rechistar mientras le aconsejaba mejorar su bloqueo con la gran espada, ciertamente es un hombre estricto pero de buen corazón. O lo era, su primera caza en solitario era parte de sus recuerdos felices, donde solo era una simple novata que deseaba enorgullecer a su familia

—Tu recuerdo, te vez feliz—

A su lado se encontraba Rioreusu con su habitual armadura, ambos observaban la curiosa escena 

—Si, era los inicios de mi entrenamiento ¿Tienes algún recuerdo?—

Su compañero lo pensó y con ello la visión delante de ellos se deformo hasta mostrar a dos cazadores jóvenes cuyas caras eran borrosas, Mirra los reconoció a base de sus armas, se trataban de Rioreusu y su hermano, el primero tenia un importante corte en un brazo

— ̷ ̷ ̷ ̷ ̴¿̴Q̴u̴é̴ paso?—

—Solo un accidente. Puedo solucionarlo—

—Deja d̷e̷ ̷ ̷  ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷  ̷c̷o̷m̷o̷ un idiota y muéstrame el brazo, te dije que m̷e̷ ̷  ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ̷ ¿Por que i̷n̷s̷i̷s̷t̷e̷s̷  ̷ ̷ ̷ ̷ ̷  ̷s̷e̷r̷ ̷t̷ ̷ ̷ imprudente?

El cazador de la katana a pesar de su enojo se veía preocupado mientras curaba la herida, el mas joven confeso con frustración

—Quería demostrarte que podía cazarlo, pero el arma reboto—

Aquello pareció calmar al mayor, quien ya más tranquilo opto por no seguir con el regaño, minutos después logro detener el sangrado

—Siempre me pregunto quien es— 

Mientras lo decía la visión delante de ellos se volvía borrosa, la cazadora podía notar la melancolía en su voz, el sentimiento de olvidar algo importante

—¿Realmente no lo recuerdas?—

—Lo intente, pero se vuelve confuso. Su voz y su cara, ya no lo recuerdo—

Mirra miro con atención como los forma de los cazadores se esfumaba sin dejar rastro, poco a poco los recuerdos se olvidaban, no seria capaz de evitar que su mente se fragmentara pero al menos podría hacerle saber quien era

—Cuando pregunte por tu nombre, supe quien era el de los sueños. El cazador de la katana a quien siempre recuerdas, es tu hermano—

Podía esperar una reacción de sorpresa o una lluvia de preguntas, en cambio su compañero se notaba estupefacto, tratando de asimilar la información. La cazadora a verlo entrelazo su mano con la de él con la intención de tranquilizarlo

—Mi hermano... ¿El se encuentra bien? ¿Esta vivo?—

—Si, se volvió Maestro cazador, aun esta en Astera—

La tensión de su cuerpo se relajó como si un peso se quitara de encima, pronto pregunto en tono serio

—¿Él sabe lo que me paso?—

—No, pero después de tanto tiempo aun te extraña—

El agarre en su mano se apretó un poco más, finalmente declaro

—Entiendo, será mejor si no sabe que su hermano fue maldecido—

Mirra se acerco él preocupada, pudo notar como sus hombros caían mientras bajaba la mirada, aun bajo la armadura podía sentir que aquello le afectaba en sobre manera. Con cuidado le abrazo sintiendo como su cuerpo temblaba, estaba llorando en silencio 

No fueron necesarias las palabras entre ambos, solo un sincero abrazo para un alma rota que lo había perdido todo.