Alexa y Alex

09 | Qué empiece la fiesta

Capítulo nueve

Alex:

Desperté de golpe cuándo sentí un ruido molesto que por poco me deja sordo, miré hacia todos lados, desorientado, por suerte la tormenta había acabado y note que el molesto ruido era de mi celular. Me estaban llamando. Maldita sea la persona que interrumpió mi sueño.

Giré a mi derecha donde provenía el ruido y ahogue un sin fin de groserías al ver la cara cuadrada de un hombre mirándome fijamente a centímetros de mi rostro, ¿pero adivinen qué? era la horrible almohada de Henry Cavill que a Lexi tanto le gusta.

Voltee su perturbadora cara y tomé el celular, dando al botón de contestar sin siquiera ver quién era .

—¿Qué quieres?—Dije de mala manera mirando al techo, de repente sentí algo moverse arriba mío y es cuando recién me doy cuenta que Lexi estaba abrazándome como si fuera un oso de peluche, parecía un pequeño koala.

—¿Cómo que quien eres? ¿Acaso no me recuerdas? ¡Soy Lucas cabeza de huevo!—

—Ah, Lucas ¿Qué quieres?

Lucas es mi amigo de la infancia, tiene veinticinco años y es repostero, deecho ya tiene un pequeño local, cuándo vivía en ésta ciudad salíamos a andar en bicicleta y jugábamos todo el día, siempre lo vi como un hermano mayor y cuando me fuí no perdimos el contacto.

—¿Y ese ánimo?

—me despertaste y... —Alejé el celular de mi oído para ver la hora—Son las 10 de la mañana y no tengo clases, merezco dormir un poco más— le reclamé y dirigí mi vista hacia Lexi cuando se acomodó y puso su cabeza en mi pecho, escuchar su respiración pausada y tranquila me relajaba.

—Bueno, no importa igual es tarde, ¿recuerdas que contrate una repostera? resulta que es una practicante de la universidad con CERO experiencia laboral y yo necesito a alguien con experiencia, ¿puedes creerlo? Y no puedo despedirla porque...—siguió hablando de no sé quién pero yo estaba concentrado en la respiración de Lexi.

Con cuidado aleje el cabello de su cara y la observé bien.Tenía una expresión de completa serenidad y paz. Con delicadeza toqué su piel y estaba tan suave como imaginé, seguí mi recorrido y la detalle perfectamente.

Tiene largas pestañas onduladas naturalmente, esparcidas en sus mejillas y nariz algunas pecas que no eran visibles a simple vista, unos apetecibles labios rosados y sus mejillas estaban sonrosadas. También noté un pequeño lunar cerca de su labio superior, era... simplemente hermosa y perfecta, no tenía que esforzarse para serlo, aunque siguiera siendo una pesada y metiche.

Toqué su frente para ver si seguía con fiebre pero por suerte ya se le había bajado.

Me quedé mirándola un rato, recuerdos de la primera vez que la empecé a ver con otros ojos.

Flashback...

Era un hermoso día soleado, Lexi y yo nos encontramos jugando en mi habitación.

—Ven Alex, juguemos a las princesas

— Pero yo no soy una princesa

— Entonces serás mi príncipe

—Y tú mi princesa

—¿Crees que debería hacerlo?—volví a la realidad y me di cuenta que seguía hablando con Lucas, ni siquiera lo había escuchado por quedarme embobado mirando a Lexi.

—¿No me escuchaste, verdad?

—Lo siento, me estaba quedando dormido—mentí. Lexi murmuró un "cállate" y cerré los ojos porque se escuchó perfectamente, ya sabía lo que se venía.