El destino

El garaje

Había encendido la luz del garaje. Estaba todo muy gastado, había polvo por todos lados sentí asco por ese sitio. Habían miles de animales y ratas por todas partes. ¿Como era posible eso?. Me adentré y allí fue cuando se me paró el corazón. Ví una motosierra, pero no era normal. Estaba llena de sangre o eso parecía. Una mancha roja muy fuerte resplandecía en ese sitio. Lo que más me asustó fue que la sangre no er vieja, aún no estaba seca, al contrario, goteaba y caía hasta el suelo. Pensé en lo peor. Siempre estuve junto a su familía, como es posible que eso estuviera pasando. Me adentré aún más en el garaje sin hacer ruido. Mis pasos eran muy silenciosos hasta que sobresalté.

- ¡Danna! ¿Que haces aqui? -exclamó su padre-

Me giré y a mi lado estaba el padre de Matt. James White, nunca he tenido mucha relación con él, siempre que iba a casa de Matt él estaba en su despacho "trabajando" o eso siempre me decían todos. Alguna que otra vez lo vi y nos saludamos pero no llegamos a nada más que eso.

- H-hola sr James, lo siento, ¿interrumpo algo? -respondí intentando disimular-

- Mhm... No pero ¿Porque has entrado aquí? -me dijo con cierto enfado-

En ese momento empecé a respirar muy rápido, tenía que inventarme algo ¿porque había entrado? Alguna excusa tenía que tener, estuve un segundo mirándolo cuando se me ocurrió.

- Nada solo quería saludarle a usted, ya me han informado que os vais a mudar, gracias por todo. -le dije con voz temblorosa-

- De nada, ha sido un placer, le acompaño a la puerta. 

- S-si... -afirmé-

Entonces me hizo una seña con la mano para que saliera y él me siguió atrás. No iba a preguntarle de la motosierra, no me atrevía. Cuando pasamos por allí me giré y lo vi mirando la sangre en el suelo disimuladamente. Cuando salimos cerró la puerta del garaje de un golpe, parecía que seguía enfadado.

- Te puedes ir, ya conoces la salida. -me dijo con una sonrisa forzada e irónica-

- Ya...

También le respondí seco. Esta sería la última vez que vería la casa de mi infancia, la nostalgía me invadió. De ese sitio no me iba a ir sin saber lo que estaba pasando. En vez de hacer lo correcto hice lo incorrecto, para mi no lo era pero para ellos probablemente sí. Me adelanté a la entrada y me escondí atrás de un arbusto, justo al lado de una ventana. Se suponía que yo me había ido pero no, a Matt no lo iba a dejar ir tan fácilmente, no podía, sabía que algo no iba bien. Cuando alzé la mirada para ver que pasaba dentro de la casa vi algo sin explicación. La madre de Matt y él peleándose, mejor dicho gritándose. ¿Que estaba pasando?. Lo único que pude oir fue algo de esa conversación.

- ¡Matt! ¡Cállate imbécil! ¡Ya lo ha descubierto por tu culpa joder!

- Mamá ella no lo sabe, ¿que mierda te pasa?

- Si nos mudamos ahora es por tu culpa, vete ya a tu habitación a recoger todo.

Ya no pude oír nada más, me tuve que agachar porque su madre se acercó hacia la ventana. Que significaba que "ella lo ha descubierto". ¿Ese "ella" era yo? ¿Que es lo que he descubierto?. ¿Hablaban a caso de la sangre, del garaje..? Miles y miles de preguntas no me dejaron tranquila. ¿Al día siguiente se iban a ir? ¿Tan temprano? No podía ser, tenía que descubrir que estaba pasando ya.

Mientras estaba intentando descifrar de que hablaban me vio la madre de Matt, primero estaba confundida y luego empezó a correr para atraparme. Salté el arbusto y me apresuré en salir. Ella aún estaba abriendo la puerta de la entrada para empezar perseguirme.

Mierda, mierda, la puerta ue daba hacía la salida estaba cerrada

No lo pensé dos veces, su madre ya venía a por mí. Salté las rejas pero justo cuando ya iba a caer en el otro lado me agarró de la pierna, tiré e intenté darle patadas pero no funcionó. Me agarró del brazo y caí de golpe, auch, me hice mucho daño. Cuando estaba en el suelo me dio una patada y me arrastró hacia su casa. Intenté soltarme y volver a escapar cuando vi que empezó a abrir una puerta ¿camuflada?. Había podido ver solo unas escaleras y oscuridad porque en cuanto me giré me clavo una aguja. Lo unico que recuerdo fueron mis ojos cerrandose poco a poco.