La Flor Negra® [+21]

🌹Capítulo 61🌹

E L   D Í A

Narrador Omnisciente

1 mes después.

- Indiana, Estados Unidos.

El olor a caucho se desvelaba por el olfato de los miles de espectadores presentes en el autódromo.

Una multitud aclamante tenía a un favorito, en estas memorables competencias. El corredor del auto vinotinto quien, luchaba por una titulación en el podio después de una embestida de parte de otro coche durante la carrera.

Nicholas Rizzo era ese competidor quien en este momento se encontraba enfurecido en los pits, mientras cambiaban las últimas tuercas de los neumáticos de su coche.

— ¡Me atacó a traición por atrás! — Nick no soltaba la manos del volante, esperaba arrancar precipitadamente.

— ¡Solo te quedan dos vueltas! ¡Puedes alcanzarlo! — su jefe de mecánicos arremetía con sus palabras para alentarlo a terminar.

A los segundos de el auto estar reparado, Nick pisó el acelerador y como un rayo fue tras su competencia, dejando huellas por la presión de sus ruedas sobre la superficie de aquella vía.

En las gradas, donde los miles de aficionados presentes en la competición, apoyando vivazmente se encontraba Giselle quien se mostraba preocupada y algo temerosa por esta carrera, por el bienestar de Nicholas. Ella estaba acompañada de Evelyn quien después de sus semanas de luto la fue a alcanzar a Indiana para estar a su lado, y estas chicas no andaban solas sino que Christian Reynolds, el jefe de Evelyn y dueño de la mansión donde ésta trabajaba la había acompañado en su viaje para conocer a Giselle.

— Giselle ya puedes volver tu vista al frente, Nick acaba de regresar a la carrera — le decía Eve a esta joven quien por instantes se tapaba los ojos por el pavor.

— ¿Confías en que ganará? — Giselle en su interior parecía estarse comiendo las uñas.

— Tiene todas las de ganar, Giselle — dijo Christian sumándose a la conversación, de pie y con ayuda de unos binoculares estaba siguiendo el recorrido de Nick desde las lomas — falta una vuelta y media y va sumamente veloz.

— Y esta es solo la primera carrera de toda la gira que va a tener alrededor de Estados Unidos — Giselle inhalaba y exhalaba — creo que son emociones fuertes para una embarazada — se agarraba la frente.

— Este mes te ha servido para acercarte más a él, ¿Cierto? — preguntó Eve.

— Sí, en cierta forma así es — afirmó suspirando — y por tu parte veo que tú y Christian también se han estado conociendo — Giselle le susurró a su amiga con una sonrisa pícara.

Eve volteó a ver a Christian un segundo, quién seguía al pie de la tribuna con sus binoculares, atento a los últimos minutos de la carrera.

— Bueno vivo en su casa, trabajo como sirvienta aunque..., me propuso subir de cargo.