Fénix✓. Christopher Morgan

X

Mi prioridad soy yo.

Lyra Stone.

Londres, Inglaterra.

Época actual.

Estoy jodidamente paranoica desde la nota que me llegó en ese maldito sobre, sabía que pronto descubriría dónde estaba.

Estoy tan concentrada en mis pensamientos que no me doy cuenta cuando Parker y Patrick entran a mi oficina.

Reaccionó en cuanto Patrick aplaude, miró para todos lados alarmada.

— ¿Te pasa algo Lyra?— Parker pregunta.

— No, para nada, solo me asustaron— respondo.

Me miran extraño y sé que no me creen, pero maldición que más podría decir.

— ¿Necesitan algo?— Pregunto, tratando de que olviden el tema.

— Si, es la información para la misión en la que estamos— Alzó una ceja mirándolo, con tanto ajetreo se me olvidó.

— Oh cierto, lo había olvidado— Me quedó callada mirando la información— ¿Es necesario que yo participe?— Lo miro esperando una respuesta.

— Si, serás nueva en el convento— No disimulo mi cara de desagrado. No quería estar en esa misión.

— Está bien, gracias— Me siento en el pequeño mueble y me dedico a leer la información.

Patrick y Parker salen de la oficina, y lo agradezco porque no soporto que la gente esté a mi alrededor.

En cuanto terminó de leer salgo de la oficina dirigiéndome a la de Alex, ¿cómo es eso de que voy hacer una monja? ¿Qué demonios?.

Abro la puerta dando un portazo y me vale que esté el Coronel Morgan, Alex, Sergio Stone, López y Rick James.

— ¡¿Cómo es eso de que voy a ser una puta monja?! No sirvo para eso, hombre que veo, hombre que me monto, ¿cómo se supone que voy a hacer una monja?— Rick abre los ojos sorprendido al escuchar todo lo que digo.

— Lyra, no vas a hacer una monja— López habla y me vale muy poco, no quiero estar en esta misión.

— Me da igual, no quiero estar en esta misión— Cruzó los brazos enojada.

— Deja tu berrinche de niña mimada— Ya tardaba en meter sus narices.

— Usted quédese tranquilo y sin hablar, Padre Santiago— Mi sonrisa se hace presente cuando el enojo se hace presente.

Sin más que decir me retiro y me dirijo a mi oficina, necesito hacer algunos pendientes.

En el camino me encuentro al grupo de Rachel, me dedico a pasarles por el costado sin prestarles atención.