Fénix✓. Christopher Morgan

IX

Desilusiones.

Lyra Stone.

Londres, Inglaterra.

Tres años antes, época pasada.

Me mantengo en mi oficina lo que resta del día, no quiero verlo, no quiero escucharlo.

Le pedí que asistiera a una cita, solamente pedí eso, y al parecer no entiende lo que es importante para mí.

Mi estómago ruega por comida y aunque no quiera salir, necesito hacerlo así que me digno a ir a la cafetería rogando para no encontrarme con Christopher.

No veo a nadie y es algo muy raro, busco a Parker pero no lo encuentro, busco a varias personas que conforman la élite y no los veo.

Me dirijo hacia la sala de reuniones para buscar a alguien y cuando estoy pasando por allí, los veo, toda la élite reunida.

Frunzo el ceño, tratando de averiguar qué pasa, me decido a entrar y cuando lo hago la atención de todos se dirige a mi.

Alex me fulmina con la mirada, mi padre hace lo mismo así que desvío la mirada y me encuentro con unos ojos grises que me quieren matar.

— Creo que hay que enseñarle modales a tu hija, Sergio— Alex lo mira y a mi padre lo único que le queda es sonreír.

— Al parecer sí— Me mira pero sin embargo yo sigo mirando al coronel.

— Por si no sabes Lyra, estamos en una reunión entre la élite no tienes que entrar así— Lo que dice me hace enojar.

— Yo también pertenezco a la elite, soy una teniente por lo tanto debería entrar cuando quiera— Alex se ríe y me dedico a fruncir el ceño.

— Todos aquí sabemos que no eres capaz de ir a una misión sin que te cubran, por qué no eres capaz de matar— Apretó los puños, busco con la mirada a mi prometido para ver si me defiende, pero me llevo una desilusión cuando lo veo mirar a Rachel James encantado.

El nudo en mi garganta se hace presente, y sin decir nada más salgo de allí y me dirijo a mi oficina.

Cuando estoy en ella recojo mi bolso y me dedico a irme pero el coronel irrumpe en mi oficina,

Está enojado, lo distingo por su mandíbula y por su mirada.

— ¿A dónde crees que vas? Todos se están jodiendo trabajando y tú te largas— Me quedó en silencio sin dirigirle siquiera la mirada— ¡Te la pasas entrando y saliendo del comando como si fuera tu puta casa!— Respiro hondo, sin embargo explotó por fin.

— ¡Yo hago muy bien mi trabajo Christopher! ¡Qué otros no lo quieran ver no es mi problema! Formó parte de la élite y sin embargo nadie me avisó que había una reunión— Mi enojo es justificable, nadie me avisó cuando formó parte de la élite.