¿Quién besa a una persona con cinco minutos de conocerle? Pues parece que París Coli, lo haría. Una chica directa y con unas cuantas cosas por descubrir. Y tal parece que Asher es el más interesado por descifrar que pasa por la mente de esta chica...
Llegar a casa parece un respiro hasta que recuerdo todas las tareas que aguardan por mí en el escritorio. Entrar a mi habitación es como entrar a mi mente, están las cosas que me gustan y lo que más amo hacer. Por supuesto que hay una repisa con libros - súper importante -, también tengo algunas medallas colgadas, las obtuve por algunas competencias de baile, por supuesto tengo muchos lápices de todo tipo para mis dibujos y poder realizar mis diseños, que regularmente esos los hago en formato digital. Creo que la mejor manera de conocerme es entrar a mi habitación, ahí sabrán quién es realmente París.
Nada muy fuera de lo normal por aquí, solo mi escritorio que está hecho un caos total, y si el desorden de mi perro se cataloga como desastre mío, pues vale, eso también.
- No sé quién está peor de los dos - le dije y él solo me vió inclinando la cabeza hacia un lado, mientras sus orejitas puntiagudas estaban atentas.
No le presté más atención y organice un poco el desastre para hacer algo más productivo, aunque muchas ganas de ponerme estudiar a estas horas no hay la verdad; y vamos, que son solo repasos para no llegar tan perdida en el primer día en mi nueva escuela, que por cierto ahí estudiarán mis amigos también, un peso menos de encima por esa parte.
¿A quién se le ocurre ir a una fiesta un día antes de iniciar clases? Parece que a mí, es por eso que regrese temprano, la noche es joven, pero debo descansar.
No puede a ver mejor cosa que mi pijama, un buen libro, las luces en color neutro y un buen café con un poquito de lechera. Esto debería ser la octava maravilla del mundo, paz absoluta. Lo mejor después de una noche tan rara, y más con ese chico Asher. Mis pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de mi móvil.
Lo tome de la mesita de noche, un poco extrañada por el hecho de que alguien me escriba a estás horas, pero solo descubrí una notificación de Sammy.
Sammy 📱
-¡Hey! -Asher te envía su número. -+34......00
París 📱
- Hola... - Pues si tantas ganas tiene de hablar conmigo, que me escriba él. - Envíale mi número.
Cerré la conversación y agendé su número, aunque no fuese yo la que le escribiera algo, es solo por tenerlo allí. Devolví el móvil a su sitio, parece que esto no acaba aquí, ¿Qué querrá? No tengo ni la menor idea, ¿No habíamos quedado que lo que pasaba las afueras de Madrid, se queda en las afueras? No, porque quede en eso conmigo misma. No me imagino que podrá querer, tendré que esperar a que el mismo me lo diga. Siento que estoy subida en un coche que va a toda velocidad y sin frenos.
¡Que la torre de París me libre de cometer otra locura!
Todo fue tan rápido y tan directo, que no me sé ni su apellido, esto fue sin duda algo nuevo. Espero que mañana sea un día mucho más normal que hoy, pido porque sea un día tranquilo sin complicaciones y también por unos maestros que no sean unos amargados.
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