El Fin.

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Estos entrenamientos siempre me dejan agotada -- Exclamó una mujer de vestimenta naranja cayendo al suelo exhausta.

Si... Igual yo... -- Comentó una mujer de pelo negro con corte de hongo igual haciendo la misma acción.

Cuando ambas chicas estaban en el suelo viendo al cielo, empezaron a reír.

Aunque valen totalmente la pena, la fuerza que hemos conseguido con ello realmente es asombrosa -- Comentó la mujer de ropa naranja.

Si, tener estás transformaciones a base de puro esfuerzo duro se siente muy bien -- Comentó la Pelinegra sentandose en el suelo.

¿Que crees que estén haciendo allá en la Tierra? -- Preguntó la mujer de naranja.

Ni idea, ya extraño verlos -- Comentó la Pelinegra.

Hmm, ya van 5 años que no vamos a la Tierra -- Exclamó un ser alto con un báculo en sus manos.

Si, realmente extraño la comida de la Tierra -- Exclamó un ser morado mientras se estiraba.

Ah, Hola Tío Bills, ¿Que tal su sueño? -- Preguntó la Mujer.

Ah... Estuvo bien, estuvo bien -- Exclamó el Dios Destructor bostezando.

Aun no entiendo cómo usted es que puede dormir tantos años -- Exclamó la Pelinegra.

Soy un Dios, niña, podemos dormir milenios sin problemas -- Exclamó el Dios con una sonrisa.

Eso, hasta que le toca hacer su trabajo y debo despertarlo jojojo -- Exclamó su Ángel, provocando una cara de molestia en Bills el Destructor.

¡Oiga! ¡No soy una niña! -- Gritó molesta la Pelinegra -- Tengo 24 años.

No me importa, Whis, vamos a la Tierra, necesito probar el manjar que me tienen preparado por mi largo sueño -- Exclamó el Dios Destructor.

¿Vienen, Señoritas? -- Preguntó Whis viendo a ambas mujeres.

Les alcanzamos luego, guarden algo para nosotras -- Comentó la mujer de atuendo de color llamativo.

No prometo nada -- Respondió el Hakaishin.

Si si, cómo diga Tío Bills -- Exclamó la Mujer volteando sus ojos.

Las veo luego, adiós -- Finalizó Whis mientras desaparecía a gran velocidad junto con su Dios Destructor.

Hace tiempo que no vamos a la Tierra -- Comentó la Pelinegra.

Si, ya extraño ver a Mamá y a Papá -- Comentó la Mujer con un toque melancólica.

Igual yo, tener entrenando aquí un par de años hace que los extrañe bastante -- Agregó la Pelinegra.

Si... Y todo por aceptar ser oficialmente sucesora a Dios de la Destrucción -- Exclamó la Chica.

Pues es verdad, según Whis tu entrenamiento debe ser estricto, aunque ya desde hace años tienes el nivel para ser uno -- Comentó la Pelinegra.

Tu también, Pan. Tienes un nivel muy alto -- Comentó la Mujer aprendiz a Hakaishin

Pero Violeta, tu tienes un poder mucho más alto que yo -- Comentó Pan celosa en modo cómico.

Jaja puede que si, pero estoy segura que me alcanzarás algún día -- Comentó Violeta decidida.

Ah, por cierto, ¿Por estos días no era el aniversario número 20 de casados de mi abuelito? -- preguntó Pan confusa.

Ay... Es cierto -- Exclamó Violeta golpeando su cara con su palma -- Papá y Mamá no estarán en la Tierra, recuerdo que antes de venir aquí dijo que en este aniversario llevaría a Mamá a otros Universos.

La venganza que cambió el rumbo [Completa]Onde histórias criam vida. Descubra agora