Sabo x lectora | ❝Nuestros lazos seguirán unidos por siempre❞
La ausencia de recuerdos, ya sea temporal o permanente, recibe el nombre de amnesia. Donde el individuo es incapaz de conservar o recuperar información almacenada con anterioridad.
Olvida...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Eres buena en matemática si se trata de algo que te conviene o gusta.
• ─────── ✾ ─────── •
Caminaba por los pasillos tranquila, mirando el lugar por donde estuve 4 meses.
A la semana cuando me uní a los revolucionarios, Dragon nos había dado una misión.
Infiltrarnos en la marina.
Fue fácil, con solo decir que queríamos integrarnos para eliminar a los piratas del mundo nos aceptaron rápido.
Qué idiotas.
—¿Y esa ropa? —frené cuando un "compañero" marine me detuvo.
—Ah, es que mi uniforme se manchó y no me quedaba de otra que usar esta —dije quitándole importancia.
—¿No tienes repuesto? —negué —Casi te disparo pensando que eras un infiltrado —bajo su arma.
—Disculpa.
—No te preocupes, para la otra compra un repuesto —sonrió.
—No entiendes —señalé atrás con la cabeza —Disculpa.
Giro y antes que grite Sabo lo golpeó dejándolo inconsciente, atrás de él estaba Kim con una sonrisa.
—Es hora de movernos, Koala y Hack nos esperan afuera —dijo Sabo.
—Por fin —habló Kim —Ya me estaba cansando estar en este lugar.
—Ni me lo digas —comenzamos a correr —¿Quién tiene los informes? —pregunte.
—Koala —contestó Sabo —Ella ya está afuera, así que... —nos miró sonriendo —Hay que hacer alboroto.
—Koala nos va a matar —reí.
—Vale la pena —intervino Kim.
—¡Quememos el cuartel! —dijimos Kim y yo, Sabo rio.
—Hay siempre quise decir eso —dijo Kim y reí entre dientes.
—Lo quitaré de mi lista de deseos —saque un cuaderno y me miraron extrañados —No pregunten de donde lo saque, ¿bien?
—¡Sofía! ¡Héctor! ¡Jack! —paramos y observamos atrás, un grupo de marines nos estaban siguiendo —¡No hagan esto! ¡Ustedes pelean por nuestra justicia! —Sabo se acercó a ellos caminando tranquilo.
—Qué bruto, póngale cero —dijo Kim y reí.
—Lo siento, la justicia que ustedes defienden me enferma —dije y Sabo los dejo inconscientes.
—Bien, ¿Quién sigue? —pregunté poniendo las manos en mi cintura cuando los demás marines nos rodeaban.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
