catorce

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26 de julio

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26 de julio

Louis no podría estar mejor.

De acuerdo, tenía una herida en el costado que en definitiva dejaría una cicatriz y estuvo a punto de morir por su estupidez.

Pero no podría estar mejor; finalmente las cosas estaban bien con Harry.

Finalmente podía pensar en tener un futuro con él, con su Harry.

Porque habían pasado tanto tiempo juntos desde que se convirtió en su jefe, pero jamás se sintieron tan cercanos, ni siquiera en Roma.

—Sabes que tendrás que decírselo, ¿verdad? —preguntó el omega con tranquilidad mientras comía de sus tostadas del desayuno.

Louis bufó como un cachorro antes de levantar la mirada —Lo sé, aunque preferiría no hacerlo.

Harry rio con gracia y rodó los ojos —Louis, ella es tu hermana, tarde o temprano tiene que saber que chocaste. Además, ¿acaso un gran alfa puro como tú no puede enfrentarse a su hermanita menor?

—Jamás la has visto enojada, realmente asusta.

El omega volvió a reír —No seas ridículo, alfa.

Era el tercer día en el departamento de Harry; él lo había dejado quedarse ahí para evitar que Annlynn se enterara del choque, pero era lunes y tenían la cita en la universidad de Londres para revisar el asunto de la inscripción de la omega, así que no podía seguir escondiéndose.

Le quedaban algunos días de incapacidad en la empresa, así que estaba feliz de poder acompañar a su hermanita a la universidad, incluso si eso significaba enfrentar su regaño.

También era su último día en el apartamento de Harry, y siendo honestos, no quería irse.

El lugar seguía malditamente vacío, pero ya no se sentía igual de triste y solitario; la alegría y luz de su omega eran suficientes para que todo se iluminara por completo.

Habían estado durmiendo en habitaciones separadas, incluso cuando Harry dijo que no era necesario, necesitaba demostrar que cumpliría con su palabra, demostrar que iría lento con él aunque no hiciera falta.

Porque lo había dicho antes y lo repetiría mil veces hasta que lo entendiera: no era una obligación, era una elección.

Quería redescubrir cada detalle antiguo y conocer los nuevos; quería memorizar más que su físico; quería aprender sus nuevos hábitos, su comportamiento, sus mañas y tics. Quería conocer todo de él y enamorarse nuevamente de cada pequeño detalle.

Y no iba a mentir diciendo que su lobo no extrañaba el contacto con su omega, pero fue honesto cuando dijo que podría soportar un presente sin él solo para tener un futuro a su lado, y es que, ¿cómo no hacerlo? Si Harry era su omega perfecto, era la persona con la que siempre había soñado y no podía verse pasando el resto de su vida con alguien que no fuera él.

you again || l.sWhere stories live. Discover now