neighbors - karlnap

710 64 65
                                    

—¡Sap! —Decía por décima vez el pequeño Karl. Los dos niños estaban viendo una película animada, o mejor dicho Sapnap intentaba verla mientras Karl lo molestaba.

—¿Qué? —Respondió el niño ya un poco molesto.

—Te amo.

Y Karl se daba vuelta en la cama para besar los cachetes de su amigo.

Sapnap no contestó, ya estaba haciendo un gran esfuerzo para no enojarse, pero Karl no salía de encima y no lo dejaba ver.

—¡Te amo Sappy!

—¿Puedes quedarte quieto por 5 minutos y ver la película?

—Lo haré si me dices que me quieres.

El pequeño rubio rodeaba el cuello de su amigo con sus brazos mientras le daba besitos en la mejilla.

—Te quiero.

—¿Me quieres o me amas?

—Te amo Karl, ahora quédate tranquilo.

Y funcionó, Karl se quedó en silencio por unos minutos, aunque no estaba prestando mucha atención a la película, le costaba un poco fijar su atención en una sola cosa.

—¿Me amas cómo amigos o cómo algo más?

Sapnap tuvo que pausar el dvd cuándo escuchó la pregunta de su amigo.

—¿De qué estás hablando Karl?

—Es que los amigos dicen "te amo" pero los novios también lo dicen, y quiero saber a qué te refieres.

—Cómo amigos.

Sapnap seguía un poco confundido, tenían apenas 10 años, y eran dos chicos ¿Cómo Karl había llegado a pensar algo así? ¿Era siquiera posible?

—¿Crees que algún día cuando seamos más grandes podamos casarnos? —Insistió Karl, no satisfecho con la respuesta obtenida.

—No lo creo, los chicos se casan con las chicas.

—Pero mi mamá dijo que los chicos también se pueden casar con los chicos.

—¿En serio? —Sapnap no lo cuestionó tanto, sólo quería seguir viendo la película.

—Sí.

—Está bien, me casaré contigo cuando seamos grandes, sólo si te quedas callado el resto de la película.

***

Nick, mejor conocido cómo Sapnap por su mejor amigo y vecino, estaba llamando a la puerta.

—¿Puede salir Karl a jugar? —Le preguntó a la madre del niño, que se veía un poco cansada.

—Karl está un poco triste, no sé si quiera salir hoy, ¿Quieres pasar a verlo?

Sapnap asintió, preguntándose porqué podría estar Karl triste, Karl nunca jamás estaba triste.

Subió las escaleras ya conocidas, y entró sin tocar.

Se encontró al rubio metido en la cama, cubierto con las mantas hasta la cabeza.

—¿Karl?

Rápidamente el niño se destapó al escuchar aquella voz tan familiar.

—Sappy. —respondió sin levantarse de la cama.

—¿Qué tienes? ¿Estás enfermo? —Se sentó al borde de su cama para revisar que todo estuviera bien.

Entonces el pequeño rubio comenzó a sollozar lágrimas silenciosas que intentó limpiar con las mangas de su camisa.

—¿Qué tienes? Me estoy empezando a preocupar Karl Jacobs.

One Shots KarlnapOnde histórias criam vida. Descubra agora