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Ahora si que Coraline Jones no sabía qué decir, después de que la abuela Alma le contara su historia y se disculparan debidamente Coraline estaba decidida a contarle su historia…en parte. Pero apenas le mostró la esfera brillante la matriarca se había quedado deleitada ante el objeto que ahora tenía en sus manos.
—¿Señora…? ¿Se encuentra bien?—Coraline intentó llamar su atención pero no parecía tener efecto—Uh…¿señora Alma?
Intentó una última vez sacudiendo ligeramente su gran hombro.
—…¡Oh!—Alma después de sentir la mano de Coraline en su hombro pareció haber reaccionado—Perdón, no quise…
Alma algo avergonzada frota con sus dedos la esfera como si quisiera quitarle el polvo que no tenía, Coraline bajo las cejas formando un ceño fruncido y antes de que la mayor dijera o intentara algo la joven habló primero.
—Dijo milagro…¿un milagro como el de su historia?—señala la esfera—¿cree que eso es un milagro?—preguntó Coraline no muy convencida
—Por supuesto que lo es—afirma Alma muy segura—Aunque se vea diferente brilla con la misma intensidad que brillaba la vela, esto es un milagro…—la señora no se contuvo y empezó a hacerle preguntas—¿Dónde lo encontraste? ¿Cómo terminaste aquí?...¿Cuál es tu historia?
Coraline se rascó detrás de la cabeza pensando un poco antes de hablar.
—Pues por donde empiezo…
Coraline empezó a contarlo todo…bueno, no todo ya que se saltaría de contarle algunas partes.
Le contó cómo después de haberse mudado había encontrado una puerta que lo llevaba a un lugar idéntico a su casa de su mundo pero con un toque "mágico". También le cuenta de su otra familia, o más bien de su "otra madre", una bruja que la había engañado con comida, regalos y juegos para mantenerla con ella para siempre, el cual no funcionó y tuvo que escapar apenas tuvo la oportunidad.
Durante la huida ella tomó la esfera pensando que era una linterna ya que el pasillo estaba oscuro y no podía ver el camino y cuando creyó volver a casa…
—Termine aquí, los conoci a ustedes y…ya sabe cómo sigue—terminó de contar
Coraline miró el rostro de la matriarca que tenía los ojos abiertos con cierto asombro y preocupación ante la historia que le contó la joven, se preguntó por un momento cuál sería su mirada si le contara la historia completa.
—Eso…no puede…eso es…—la mayor de los Madrigal intento encontrar la palabra correcta antes de hablar—¡Eso es terrible! No puedo imaginar realmente por lo que has pasado antes de llegar aquí, esa mujer intentó engañarte—exclama su preocupación
—Si, y tambien matarme—pensó Coraline para sí misma
