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Volviendo donde nos quedamos todos estaban en el segundo piso del pasillo donde estaba la puerta cerrada con llave, Coraline intentó irse del lugar para buscar la llave que había perdido al intentar escapar de la casita pero la abuela Alma no la dejó irse, exigiendo más explicaciones.
Pero Coraline solo ignoró su orden y decidió ir en busca de la llave, la abuela se sintió indignada y rápidamente tomó su mano antes de que diera algún otro paso.
—¡Oiga...!
—¡No te muevas!—ordena la abuela—No te irás a ningún lado hasta que hayamos terminado de hablar...
—Lo siento, pero yo ya les dije suficiente—dijo seria apartando su mano —Fin de la discusión, bye~
Estaba por retirarse pero los adultos la detuvieron obstruyendo su paso, la abuela se quedó mirándola unos minutos mientras Coraline intentaba zafarse de los adultos hasta que toma una decisión.
—Si quieres hacerlo de esta forma bien, no vas a salir a ningún lado, ni al exterior, casita no te lo permitirá ¿verdad?
Cuando dijo eso las barandas del balcón se separaron para moverse de un lado al otro accediendo a la orden de su patrona, Coraline vio espantada y molesta esta acción y no tardó en gritar.
—¡¿Qué?! ¡Usted no puede retenerme aquí!
—¡Claro que puedo! Si quieres buscar esa llave buscala, pero de esta casa no te irás hasta que nos des una explicación...
—¡Eso no es justo! ¡Usted-!
La abuela estaba por hablar pero unos toques del exterior la detuvieron, Dolores giró su cabeza poniendo en acción su oído.
"Toc toc toc"
"Todo parece cerrado"
"¿No estarán en casa?"
—Abuela, la gente de afuera está esperando...—dice Dolores con su oreja escuchando a la gente que esperaba en la entrada
La abuela se había olvidado por completo de la gente del pueblo, dio un suspiro para volver su mirada a su familia.
—Todos vuelvan a sus actividades, Bruno necesito hablar contigo…—dice la abuela mirando seriamente a su hijo
Rápidamente ve a sus dos nietos que estaban por retirarse del lugar, ella los detuvo rápidamente.
—Alto ahí ustedes dos—detiene a sus nietos—Necesito que me hagan un favor…
—¿Nosotros?—preguntan al mismo tiempo los jóvenes
—Si, ustedes—la abuela señala a ambos—Ahora mismo no tienen nada mejor que hacer ¿verdad?—pregunta con seriedad a ambos
Camilo y Mirabel se miran por un rato sonriendo nerviosos ante la situación, Mirabel intentaba poner una excusa mientras que Camilo estaba por decir que tenía cosas que hacer pero recordó que su agenda se había achicado desde los sucesos pasados, no tenía nada.
