❝ All the little things ❞ || MiChaeng

𓏲 O6: Anniversary

La buena noche regalando su calma. Las luces del restaurante como estrellas colgando del techo, incluso al aire libre, en aquella terraza privada. El ruido de la ciudad se abría paso por la brisa, aunque tenue, sin interrumpir la velada de los enamorados.

— Me siento un poco mal por Hae, no tiene la oportunidad de probar la deliciosa comida que nos traerán y tú sabes que es amante de un buen bistec.

Mina rió con suavidad.

— Tienes razón. La deberíamos traer en su cumpleaños. Aunque conociéndola, va a querer probar el vino.

Chaeyoung desvió la mirada a su copa llena y luego a la copa vacía de su amada

— El gusto por el buen vino lo sacó de ti.

Mina hizo un puchero. Solamente a solas con su esposa se atrevía a actuar un poco infantil.

— Es una menor todavía, pero cuando crezca no dudaré en compartir una botella con ella.

— Me aseguraré de vigilarlas cuando lo hagan.

Ambas rieron. Mina estiró la mano sobre la mesa y la reposó en la cálida mano ajena.

— Qué bonita sonrisa tienes — le dijo a su esposa, la cual sonrió instintivamente.

— ¿Ah sí? —Ladeó la cabeza.

Mina se contagió y también sonrió, imitando a su esposa

— Definitivamente. Fue mi primera excusa.

— ¿Primera excusa? —Chaeyoung preguntó curiosa por ese comentario.

— Para enamorarme de ti. La primera vez que te vi, en el Club de Música, toda nerviosa buscando al líder para pedirle su apoyo en el musical para el Club de Canto... Te acercaste a mí, porque yo era la sublíder en ese entonces, Jihyo no se encontraba ese día — hizo una pausa para disfrutar del recuerdo en su memoria—. Me sonreíste con cortesía, con tanta calidez que me pareció estupido sentir que se me movía el mundo por la simple sonrisa de una joven de dieciséis años.

Chaeyoung también recordaba ese momento a la perfección.

— Si tuviera que elegir la primera razón que me hizo enamorarme de ti, fue tu gentileza. Ese día estaba muy nerviosa, porque de verdad necesitábamos la ayuda de su club y no quería que nos rechazaran por mi culpa o algo. Pero tú me trataste con tanta amabilidad. Me gustó la suavidad de tus palabras y la cortesía de tu esencia. ¿Sabes? Siempre he creído que somos perfectas la una para la otra. Nuestras personalidades no se parecen. Yo tengo mucha energía...

— Eres como el sol rutilante que puede quemar, lo sé. Y yo soy...

— Como la luna apacible que puede perderse en sus pensamientos y melancolía.

— Si no fuera por tu optimismo y alegría nata no sé qué sería de mí. — Mina acarició la mejilla de Chaeyoung. Esta respondió colocando su mano sobre la de Mina.

— Y yo tampoco sé qué haría sin tu serenidad y realismo.

— Gracias a Dios nuestra hija es un equilibrio entre las dos.

— Sí, aunque es igual de salvaje que su tía Jeongyeon.

Rieron juntas otra vez, estando de acuerdo en eso.

— Gracias por estar conmigo todos estos años. Por casarte conmigo — dijo Chaeyoung, mirando con adoración a su esposa

—Pfff —Mina negó con una sonrisa—. Me hubiera casado contigo en el mismísimo momento en que te conocí.

— Haewon tiene razón, eres una exagerada...

—¡Oye! —Mina le dió un pellizco en la mejilla y comenzaron una lucha, donde Chaeyoung no dejaba de carcajearse y la mayor trataba de callarla para no llamar la atención de las demás mesas.

Así que no le quedó más alternativa que callarla con un beso. Sólo así Chaeyoung se tragó la risa y cambió el color de su rostro. No importaba que estuvieran casadas desde hace tanto tiempo, ni cuantos besos y caricias hayan compartido, su corazón siempre respondería igual, porque el amor no cambia.

Nunca deja de ser especial.