Las noches siguientes _____ iba todas las noches a hablar con Iguro, este nunca le dijo su nombre por lo que la albina lo llamaba "pequeño" o "hermoso" aunque eso al niño nunca le molesto.
En esos dias _____ logro volver a su tamaño normal pero tambien le conto sobre los cazadores quienes peleaban contra los demonios arriesgando sus vidas y parecio que eso fue lo que más le intereso al pequeño.
Iguro:- ¿Katanas nichirin?
_____:- Si, los cazadores las usan para matar a los demonios.
Iguro:- Les cortan el cuello ¿no es así?
_____:- Sí, solo esas katanas pueden matar un demonio, aparte de la luz del sol - dijo sonriendo.
Iguro:- ......_____... ¿qué me dices de tu pasado? En todo este tiempo no me contaste nada de ti.
_____:- ¿De mí? Bueno la verdad es que no recuerdo nada, cuando un humano se transforma en demonio olvida toda su vida, es por eso que ni siquiera sé si el nombre que tengo es mi verdadero nombre.
Iguro:- ¿Y por qué los demonios atacan a las personas?
_____:- Es porque son su única fuente de alimento, de cierta forma somos iguales a los humanos ya que ustedes cazan a los animales para comérselos, al igual que los demonios cazan a los humanos para comérselos y poder sobrevivir, no sé esa es mi forma de ver, cada quien tiene su forma de pensar y esa es la mía.
Iguro:- ¿En verdad no recuerdas nada de tu pasado?
_____:- Por desgracia no, aunque para serte sincera si ser humano significa ser igual que tu familia o igual que todas las personas que he conocido entonces prefiero seguir siendo un demonio, después de todo a pesar de que todos me ven con un monstruo no he hecho tantas cosas malas como los humanos.
Iguro:- Pero si eres un demonio te iras al infierno.
_____:- Sí pero no le tengo miedo a la muerte, si tengo que morir lo haré con una sonrisa y sin arrepentimientos.
Después de esa pequeña charla Iguro se fue a dormir y la albina se fue antes de que amaneciera, pero para su desgracia la noche del dia siguiente tardo más en aparecer y ese fue el tiempo suficiente para que cuatro mujeres se llevaran a Iguro.
Las mujeres llevaron a Iguro hasta una casa muy grande y lujosa, era más grande que la suya pero lo que sorprendio al niño fue ver quien vivia en ese lugar.
Mujer1:- ¡Arrodillate! - dijo una de las señoras e hizo que Iguro se arrodillara.
Iguro por otra parte estaba aterrado mientras miraba a la criatura frente a el, estaba en un altar como si fuera una deidad pero el sabia lo que era en realidad.
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