Photograph

» Capítulo 20

Media hora después cuando Harry logró calmarse y medio parar de llorar con la ayuda de Louis, automáticamente corrió a bañarse y se puso una camisa negra que sacó del auto, Louis comprendió: tenían que irse. Así que hizo lo mismo, se bañó y cambió con una camisa de Harry, ya que su jean logró secarse, sin olvidar cepillar sus dientes.

Cuando ambos estuvieron listos, bajaron al lobby del hotel, se dirigieron al auto del mayor y Harry comenzó a andar hasta llegar a casa de Louis. Nadie dijo nada en todo el camino hasta ahí, Harry condujo con los ojos llorosos y moqueando un poco. Louis de verdad quería ayudar, pero tenía mucho miedo de preguntar.

—Amor, baja, debo irme —dijo Harry sorbiendo su nariz.

—No —dijo Louis al instante.

—Bebé, de verdad necesito volver a Holmes Cha...

Louis lo interrumpió.

—Voy contigo —dijo firme.

Eso le sacó una pequeña sonrisa a Harry.

—Está bien —aceptó Harry—. Pero...

Louis bufó.

—Debes pedirle permiso a tú mamá, debe estar preocupada por ti. Vamos.

—Tienes razón —concordó Louis.

—Ese es mi chico —Harry besó su frente y ambos bajaron del auto.

Louis encontró sus llaves en su jean y entró a casa, Jay justamente estaba saliendo de la cocina con una taza de tinto y unas ojeras inmensas, Louis se sintió mal al instante. Al ver a Louis corrió automáticamente hacia él dejando la taza de tinto en la cocina.

—Oh, Dios mío, Lou —murmuró en su cabello—. ¿Dónde estabas, cariño? ¿Por qué me haces esto?

—Lo siento, mamá —dijo el menor con la mirada baja.

—"¿Lo siento, mamá?" —citó Jay—. ¿En serio eso es todo lo que vas a decir? ¡Estuve preocupada por ti toda la maldita noche, muchachito!

Y Louis supo que estaba en serios problemas, su madre nunca maldecía. Jay se cruzó de brazos esperando una respuesta. Hasta que notó algo.

— ¿Podrías explicarme esa camisa? Porque esa no es la ropa con la que saliste de aquí anoche, ¿Harry es tuya? ¿Tú eres el responsable de esto? —dijo mirando seriamente al mayor.

—La camisa es mía, Jay. Pero le juro que no es nada de lo que está pensando.

Jay inmediatamente miró a Louis y alzó la barbilla de este para que la mirara a los ojos.

— ¿Estuviste con este chico? —dijo Jay mirándolo decepcionada—. Louis, dime la verdad, ¿estuviste con Harry?

Louis negó con la cabeza. Y era cierto, entre ellos no había pasado absolutamente nada, de lo contrario, se podría decir que Harry salvó y cuidó de Louis.

— ¡No te creo! —gritó la mujer comenzando a llorar a gritos—. ¡Tú no eres mi hijo! ¿En qué te has convertido? ¡Y todo por culpa tuya! —gritó lanzándole una cachetada a Harry.

Louis de inmediato reaccionó abrazándolo y comenzando a llorar, también.

—Lo siento mucho, Harry. Lo siento tanto, es mi culpa —susurró Louis en su pecho.

—No es tu culpa, amor —dijo Harry agarrándose la mejilla donde le habían propinado el golpe, le ardía y con su mano libre acariciando la espalda de Louis.

—Louis, sube a tu cuarto —ordenó Jay. El menor negó aún en el pecho de Harry.

—Me voy con él —dijo separándose y subiendo a su cuarto para cambiarse de ropa.