Andrés es un chico de 17 años que tras un accidente no pude cursar el sexto semestre y pasa a ser niñero del hermano de una de sus amigas, el cual dice que hay algo en su cuarto.
Un martes por la tarde, mientras comíamos sopa azteca y Arturo me contaba que era más fácil hacer ciertas cosas en compañía y otras era mejor solo, y de pronto una música muy fuerte empezó a sonar en la biblioteca, primero ruido blanco, la puerta se abrió al punto de azotarse contra la pared y empezó esa canción; subí, con una inquietud que casi llega al punto de decirle a Arthur que me acompañara , pero no le tuve que decir, el me siguió después de dar unos pasos y noté que provenía de un estéreo "boy tone" decía, y tenia que ser de madera la cosa, la canción era "sleep walk" coincidiendo con el gusto musical del padre, el ventanal estaba abierto, me acerqué apagué el aparato y cerré el ventanal.
-Esta bien, de seguro el viento activó el tocadiscos y azotó la puerta- le dije a Arturo, el cual tenia una cara de profunda alteración.
-Pe-pe-pero mi papá nunca pone esa canción- Me asomé al lector de vinilos y había un disco
-De seguro nunca usa el lector y allí guarda el disco, volvamos a comer.
Asintió con la cabeza y volvimos a comer.
Con el pasar de los días veía a Arthur cada vez más ojeroso , intentaba animarlo, incluso un día le llevé mi PSP para que jugara un rato pues me dijo que sus padres solo le dejaban jugar tres horas a la semana en la computadora de su padre, y por un rato lo vi animado contándome sobre su granja de gallinas en el Stardew valley y jugando BlazBlue, pero un lunes fue cuando mi preocupación llegó al límite.
-No he dormido, eh visto esa cosa – comenzó a decir de la nada mientras estábamos sentados en el comedor sin hacer nada, hablaba tartamudeando y como con un nudo en la garganta.
- ¿Cómo?
-El cuenta pelos, no quiero que se acerque.
- ¿El quien?
-El monstro... no es un fantasma ... se pone en mi cabecera y me levanta los pelos, mientras murmura algo, tiene cuerpo de insecto, es muy delgado, tiene colmillos y no tiene nariz, no me podía mover y salió trepando por la ventana como araña cuando lo vi.
-Esta bien, a veces ves esas cosas cuando estas entre sueños, o sugestionado, o... ¿sabes? Cuando se te sube el muerto...
- Es en serio, créeme - me interrumpió, para después romper en llanto.
-Está bien, te creo – le serví un vaso de agua – por ahora intenta respirar hondo y después pensaremos en algo – Arthur fue a donde estaba su mochila y sacó una hoja de entre sus libros y me la mostró:
Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.
Ese dibujo hizo que los pelos del cuerpo empezaran a levantarse y darme la sensación de que algo me recorría, y solo puede continuar:
-Mira, yo veré que hago, no se de esto, pero te prometo que voy a intentar hacer algo, voy a investigar, pero por lo pronto tu reza esta noche y yo conseguiré agua bendita- Realmente no sabia si era muy creyente y le resultaba logico, pero en mi criterio, a los monstruos se les enfrenta con agua bendita o armas, y creo que una de esas no las puedo conseguir.
- Gracias, muchas gracias – Mientras se secaba las lagrimas.
-Mira, voy a preparar algo para calmarnos ¿va? - y el asintió.
Ese día hice pan de zanahoria, al señor Paco le encantó tanto que no me reclamó terminarme la harina e incluso me dio otro aventón a mi casa, lo cual agradezco profundamente, pues ese día no pensaba regresar caminando, ni ese ni los siguientes, eran menos de 30 pesos de taxi, pero era más rápido y mas tranquilo, los taxistas que me topaba siempre eran personas agradables, algunos con el taxi algo desacomodado, creo que el viajar con el señor Paco me había subido los estándares, pero todos muy amables, esos 30 pesos lo valían.
