Los Secretos de Borderland

Chapter Thirteen

"Nuestra perdición"

Narradora

Un salto en el tiempo puede llegar a ser estresante para los espectadores, sin embargo, estos dos chicos tan solo tenían al otro en su mente en toda esta separación. Incluso creo que esta de más decir que sobrevivieron, por un lado, Chishiya, el que logró manipular a su adversario antes de morir tras una gran cantidad de ácido, y por el otro, Azumi, la que logró escapar de un departamento infernal, que la mantuvo dias sin agua, alimento, ni luz.

Lo único que lograron tener en la cabeza fue la idea de reencontrarse, y de no volver a decirse adiós. Ya no sería necesario, nunca más, porque en sus mentes, ellos estarían juntos por siempre.

Ahora ellos merecían su final feliz.

—Chishiya, por favor aparece.

Habían planeado verse en aquella tienda donde sus miradas se encontraron por primera vez. No se mantenía como aquél día, ahora, lo cubría grandes cantidades de raíces y árboles. Wow.

Azumi sentía una extraña presión en el pecho, una corazonada, sabía que algo estaba yendo mal, pero, ahora eso no importaba para ella, tan solo deseaba verlo de nuevo. El amor sería su perdición.

—Quizá su juego sea como el de la prisión. — Aquellas palabras de duda, se mantuvieron en la mente de la señorita por horas, quizá sea verdad. Nadie lo sabía, o mejor dicho, nadie podía resolverle aquel pregunta.

Para la mala suerte de Azumi, habían pasado dos días luego de que Chishiya haya logrado terminar el juego, así que, quizá para el hombre, su amada había muerto. Ninguno de los dos conocía el paradero del otro, y eso ahora era lo que los atormentaba.

Se dirigió a otro establecimiento, parecía ser una tienda de postales, en su mente deseaba enviarle una a aquel hombre, que él supiera que ella estaba viva.

—"Nakamise de Asakusa"—Ese nombre de aquel gran cartel de publicidad casi cubierto por ramas, dejó una sensación de nostalgia, era la primera vez que conocía de aquel lugar. Era raro. El sentimiento continuó en su pecho, llegando a su cabeza. Eso sólo consiguió un ligero mareo para la joven.

1952

Aquella pareja había logrado llegar al último juego, su unión los ayudó a ganar y está no sería la excepción... ¿O si?

La mirada de ambos se mantuvo en el cartel de reglas, el juego se notaba inofensivo, algo sencillo. Creían que sobrevirian fácilmente, pero sabemos que quizá no sea así.

Tenemos que salir del laberinto antes del amanecer. Se ve fácil— Explicó Akiro al  entender la única regla del juego. Se notaba tranquilo, sin miedo alguno, mientras que por dentro, el pensar que moriría junto con su amada, lo destrozaba, rompía su alma y corazón en pedazos irreparables.

Azumi pov's

Pequeños momentos venían a mi cabeza, alguien que juraría, era chishiya, tal vez un poco más joven, estaba tirado en el suelo, desangradose entre miles de arbustos.

No, no eran arbustos, un laberinto.

Fue incontrolable no empezar a llorar, era como si hubiera guardado estas lágrimas toda mi vida. Sentía que el mundo se me venía a abajo, y ni siquiera lograba descifrar un porqué.

A pasos lentos logre alejarme de aquel horrible lugar, la duda de sí él estaría vivo entró en mi cuerpo, ¿Realmente lo estaba?

—Por favor, Shuntaro... —Gemí con miedo, mientras llevaba mi mirada al suelo, analizando la situación, tratando de buscar alguna respuesta que no me causará dolor.

Sentí como se me desgarraba el alma por mil cortes, miles de imágenes pasaron por mi cabeza al ver como un deja vu eterno llegaba a mí. En cualquier momento caería al suelo. Ya no podía con el peso de mi cuerpo, caí a aquella autopista libre, y todo se volvió borroso.

Chishiya pov's

Habían pasado tres días... Tres malditos días buscándola, había ido a aquella tienda miles de veces... Jamás llegó.

Todo parecía ser falso, había llorado suficiente que parecía que quede sin más lágrimas que hechar, pero el dolor que sentía seguía ahí, dentro de mí.

Ni siquiera me percate que mis ojos se habían cerrado por completo, creí haberme dormido, al menos eso parecía.

Estaba en un cuarto, cuatro paredes me mantenían encerrado. Por un instante creí que la encontraría, pero, no, no fue así...

Un cuerpo derramando sangre, juraría que era ella más joven, trataba de gritar, pedir ayuda, pero no lo lograba, pues, el dolor que sentía por aquella cortada en su garganta. Era una señal.

Traté de acercarme, juro que lo intente, pero, estaba paralizado. Ahora sabía que quizá Azumi ya no estaba aquí. Lo comprobe al ver aquel cuerpo completamente quieto, y sin respirar. Ahora conocía el verdadero dolor, ninguna bala podría hacerme sentir de esta manera tan horrible.

Y fue ahí, cuando miles de imágenes llegaron a mi cabeza, pasando casi de inmediato, como un deja vu.

—Prometo buscarte en otras vidas, no importa cuánto tome, siempre te encontraré y...Prometo luchar por mantenernos juntos. Solo, no me olvides, Azumi, y ahora déjame morir sabiendo que al menos en esta pude amarte por un instante —

Fue en ese momento cuando mis ojos lograron abrirse, y ahí fue cuando supe que mi vida había terminado, ¿Ella estaba muerta? Ni siquiera me detuve a esperar una auto respuesta, tenía que regresar a aquella tienda.