~SALA DE LAS PROFECÍAS~

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—¿No harán  un escandalo si te ven conmigo?

—dobby es un elfo domestico señor Harry Potter. Dobby tiene permitido acompañar a los magos que son sus amos, señor.

—Yo no soy tu amo.

—dobby sabe que es libre, señor. dobby siempre se lo agradece.

Harry miró por todos lados. Había  muchos  magos y ninguno parecía  importarle. Algunos elfos pasaban y no dirigian la mirada, solo llevaban cartas, miles de cartas.

—Debo buscar algo. Se que esta aquí—dirigió  su mirada a Dobby—. ¿Que sabes del ministerio?

—Mucho señor Harry Potter. Dobby ha vivido muchos años, señor—se acerco a Harry y bajo el tono de su voz casi en un susurro—. Dobby sabe que magos poderosos controlan el ministerio señor.  Dobby lo sabe. Dobby sabe que el señor Malfoy...—se detuvo rapido y se empezo a mirar con repulsión.

Harry le agarro de ambos brazos antes de que empezara a castigarse por intentar hablar mal de Malfoy.

—Dobby. ¿Sabes donde guardan cosas, esferas, armas raras?

El elfo tembló  de emoción. 
—Dobby conoce un lugar. Señor. Dobby acompañaba al señor Malfoy. Dobby puede indicar a Harry Potter, porque dobby no puede ingresar  señor.

El azabache acepto confiado.  El elfo terminó  guiandolo a la Sala de las Profecías. Era la misma sala que veía en sus sueños.
Dejo a dobby en la puerta e ingreso sin ser visto, para sorpresa de el mismo, nadie estaba cuidando aquella  sala.

Camino por la sala, eran miles de esferas. Muchas esferas de diferente  color, todos acomodadas de manera perfecta. Intento agarrar una y se oscurecio, se iba percatando que todas tenian un nombre, eso significaba que el tambien debia tener una. Quiza eran reliquias de cada mago de Londres.

Por minutos busco su nombre. Cuando penso en rendirse, su mirada se posó  en una esfera hermosa y brillante. Se acerco y  tenía su nombre.
La sujeto entre sus manos, iluminó y una misteriosa voz hablo:

《El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca. Y el Señor Tenebroso lo marcara como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce. [..] Pero ninguno de los dos vivira si el otro sobrevive》

Era la voz de  la profesora Sybill Trelawney.
Ella hablaba de Voldemort y de el. Era una profecia.  Algo que debia cumplirse. 

Tras escuchar lo que decia la misma, un fuerte ruido se escuchó en toda la sala, un fuerte viento golpeo su rostro, rápidamente se vio rodeado por los mortífagos más cercanos a Voldemort, entre los cuales estaba Lucius Malfoy y la peligrosa mortifaga que respondía  al nombre de Bellatrix Lestrange, ambos  querian aquella profecía que Harry carga en su mano.

—El señor oscuro nunca se equivoca, verdad Potter—hablo Lucius Malfoy con satisfacción—. Eres predecible Potter y algo idiota. Venir solo fue tu sentencia.  Nadie sabe que estas aquí. Sin embargo Bellatrix y yo trataremos de ser  un poco piadosos  contigo, dame la profecia y te dejamos ir-miro a la mortifaga—. Te doy mi palabra.

—La palabra de un malfoy vale poco.

Lucius tenso los músculos  de su mentón. 
La mortifaga Bellatrix intento acercarse con firmeza pero Lucius la detuvo.
—Eres demasiado joven  para esto. Solo dame la profecia y no saldras herido.

Harry miro a los  mortifagos sin el menor miedo.
—¿Es esto lo que Voldemort busca verdad?

—¡Como te atreves a mencionar su nombre!—bellatrix  grito totalmente furiosa al ver que  lucius no permitia que acabe con el de una vez.

Lucius sin embargo solo miradaba la profecia. El tenia la tarea de llevar la profesia sana y salva. No queria correr el riesgo de romperla al momento que atacaban a Potter.

Bellatrix sin embargo no pensaba igual. Se alejo de Malfoy y agarro  del cuello a Harry.
El azabache sintió que el aire  se le escapaba por completo de los pulmones, no podía atacar, eso seria suicidio.
Viendo que no tenia alternativa Harry decide jugar su ultima carta y "entregarle" la profecía.

Lucius sonríe satisfecho, estira su brazo para poder agarrar la profesia. Pero el instinto casi autodestructivo de Harry lo lleva a tirar la profesia antes de que llegara a las manos de Lucius.
La esfera cae de golpe en el suelo y acaba destruida.
Bellatrix separa  sus manos  del cuello de Harry y se acerca rapido al lugar de donde cayo la esfera pero solo encuentra pequeños pedazos de cristal. Todo estaba terminado.

Harry respirando fuerte decide correr en dirección contraria. Solo escuchando el grito de bellatrix.
Cuando estaba  por doblar una esquina  buscando la salida  de la sala, un hechizo pasa rosando su oreja y golpea directamente en un estante alto.  Las esferas que contenian las profesias empezaron  a caer  de manera estrepitosa. 
Harry continuó  corriendo mientras más hechizos seguian  rosandolo. 
Vio  a lo lejos la puerta, más esferas caían de los estantes quedando  solo cristales rotos y humo gris alrededor.
Harry llego a la puerta salió  con la misma velocidad con la que había estado corriendo.  Se oculto cerca de un muro y espero  que Lucius y Bellatrix salieran de la sala, sin embargo ellos no se mostraron. Y el ruido dentro de la sala había sido apagado de golpe.

—Harry Potter ya debe regresar a Hogwats, señor.

El azabache se sobresalto al oir aquella voz. Giro y vio los saltones ojos de Dobby.

—Si—respondió agitado—. Hay que volver—volvio a mirar la sala de las Profecías. Lucius y  Bellatrix seguían sin salir. Seguro para no causar alarma.

Always-Nuevo inició.Where stories live. Discover now