Capítulo VII

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Por mucho que Sasuke despreciara a Sasori, los cuatro trabajaron en estrategias para ayudarlos si venían los Angano. Sasori no era susceptible a un ataque cuando estaba protegido. Aún no habían aprendido el alcance de los poderes de Sakura. Ella mostraba pocos y cuando lo hacía, lo hacía a través de la nave espacial de juguete y sólo cuando estaba agitada. Deisuke no era ni más feliz con el guerrero ni más triste. Se lo confió a Sakura, quien a su vez se lo contó a Sasuke y a Sasori. El niño casi se había olvidado de Sasori pero recordaba los sentimientos heridos de cuando era más joven. Las noches sin dormir, las veces que su madre lloraba. El miedo a las bestias. El niño había tenía su buena parte de sollozos contra el hombro de su madre. Sasuke deseaba haberles encontrado antes. Los recuerdos de Sakura le partían el corazón.

Hubo muchas veces en que Sasori aparecía con Deisuke sobre sus hombros. La pareja se reía de algo. Compartieron gratos recuerdos de su estancia en el otro planeta. Sasori llevaba al chico a nadar a menudo. Sasori también echó largas miradas a Sakura haciendo que se retorciera y se pusiera colorada. Sasuke no entendía los horribles celos que le invadían cuando Sasori estaba cerca. Planeaba entregar a la hembra y a su hijo. Tenía que hacerlo. Pero no a un sucio Tonan. Las hembras Zargonnii podían rechazar su derecho a ella y al niño. Podrían sentirse furiosas si regresara con una familia cuando debería permanecer en el exilio. Pero sus delitos no eran culpa de Sakura ni de Deisuke. Por un momento, se enfadó al preguntarse si tendría que pagar por lo que había hecho por siempre, mientras que la hembra a la que había herido era libre de tener tantos hijos como quisiera. La hembra podría ir de Vacaciones, Sasuke nunca lo haría de nuevo.

Es culpa tuya. Sasuke quería rugir, pero se contuvo. La forma en que Sasori hablaba del planeta de Sasuke hizo que Sasuke echara otro vistazo a lo maravilloso que él pensaba que era. Para los humanos era mortal, para Sasuke era su hogar. Sasori se sumó a su frustración. El Tonan podía retorcer sus palabras en verdades. Sus emociones bullían con sus pensamientos. Sasuke flexionó sus músculos mientras colocaba una enorme losa de diamante en su lugar. Aplastaría a un Angano si no se tenía cuidado. Todos los diamantes eran iguales, la pieza debería permanecer sin ser detectada. Mientras empujaba la enorme pieza hacia arriba, Deisuke corrió a la vuelta de la esquina. El niño tropezó y Sasuke trató de alcanzarlo, pero sus brazos estaban llenos. La losa se resbaló y se derrumbó. Sasuke gritó. Sakura gritó mientras el chico caía, pero la losa flotaba sobre él inofensivamente. Deisuke salió corriendo de debajo seguido por la nave espacial de juguete.

Sakura corrió hacia él. La losa se cayó y se estrelló contra el suelo. Ella agarró al niño por las mejillas y le besó. Sasuke pensó que podría haber sufrido un infarto.

- "Parece que te estás haciendo más fuerte" - dijo Sasori.

- "Estoy tan agradecida de que no lo matara. No lo pensé; sólo quería que la pared se detuviera".

- "Lo hizo" - dijo Sasuke.

- "¡Mamá, eres increíble!" - exclamó Deisuke.

- "¿Qué tal si buscamos un lugar seguro para que te quedes?" - Sugirió Sakura.

- "Le llevaré a la nave. Debería almorzar" - se ofreció Sasori. - "Tú también deberías, Sakura".

Su mirada anhelante hizo temblar de furia a Sasuke.

- "Iré en un rato" - contestó ella y Sasuke respiró aliviado sin haberse dado cuenta de que estaba aguantando la respiración.

La nave de juguete flotaba cerca de Deisuke cuando Sasori levantó al niño a sus hombros. Sasuke frunció el ceño al irse. Cada vez que Sasori tenía la oportunidad se convertía en el padre cariñoso. Se alegró de que el juguete le siguiera. No confiaba en Sasori. Entonces Sasuke se dio cuenta de que él y Sakura estaban solos. Puso su mano en el hombro de ella y para su sorpresa ella se lanzó de cabeza a su pecho sollozando.

SAKURA Y EL GUERREROWhere stories live. Discover now