— ¿Rencores con los gatos? —Rió un poco mientras la contaria simplemente chasqueó su lengua con molestia, se acercó un poco a ella con la misma sonrisa.

~Demasiados~ Rodó los ojos mostrandose como siempre, antipática.

Eran bandos completamente diferentes, la chica odiaba a los gatos, y el contrario a los perros. A Kunai le encantaba la tecnologia, el la detestaba, parecían estar destinados a llevarse pesímo.

La mano de aquel ser pasó por la cara de la contraria , la sensación era ¿agradable? no, claro que no. Su mano estaba algo fria, al contrario de los colores rojizos que transmitia, tal vez la frialdad de sus manos era debido a los guantes que siempre portaba. Redirigió la mirada de la pelivioleta hacia el mientras sonreía con aires de superioridad, al ser más alto que ella imponia bastante. Pasó su mano en su pelo arreglandolo dejandole una vista mas clara. Se quedó mirandola con la misma sonrisa esperando que ella lo apartara, pareció quedarse quieta un par de segundos hasta finalmente reaccionar.

La contraria se alejó rapidamente murmurando un par de insultos completamente enojada.

~¡Tu maldita radio parlante! Quien crees que eres para hacer eso maldito rarito ~ Dió un respiro largo para posteriormente tapar una sonrisa que se formó en su rostro.

No lo entendia.

Borró rapidamente la sonrisa antes de que alguíen la viera.

—Esta mierda es jodidamente aburrida ¿Acaso nunca te cansas de ser tan patetica?— Al parecer ya habían vuelto aquellas molestas voces. Ni un maldito segundo en paz.

El pelirrojo rió mientras parecía fijarse en las expresiones de ella. Le resultaba divertido todo eso, a pesar de ser alguien bastante inexpresiva, cuando se enojaba era el extremo contrario, explotando facílmente.

~Mierda Alastor voy a matarte~ 

-Lo que tu digas, ¿Por qué ese semblante tan enojado? ¿A caso hice algo?- Murmuró burlón mientras unas risas se escuchaban de fondo como si de un programa se tratase.

Rodó los ojos mientras le entregaba un folleto a un demonio que pasaba por ahí, este se rió al ver el folleto, con simplemente levantar la vista y ver a los dos Overlords dejó de reirse para irs rapidámente.

Sonrió con algo de desprecio, les parecían como seres inferiores, por el simple hecho de hablar con ella deberían de estar agresivos. Ahora estando con Alastor parecían infundir demasiado terror a aquellos pecadores.

Eso hizo más difícil la tarea, nadie pasaba cerca de ellos, así que decidieron golpear las puertas o dejar los folletos abajo de estas.

Al golpear la primera puerta esta se abrió y cerró al instante 

~ Que maleducados~ Dió un sonrisa mientras abria la puerta con algo de desinterés. ~ ¿Por qué tan asustado?~ Aquella pecadora se encontraba en el suelo temblando tampando su cara con sus manos.

—¡A-alejanse de mí... malditos anormales..!— Claramente Kunai no hizo caso a lo dicho por aquella pecadora.

Alastor miraba aquella escena sin intervenir, su tipica sonrisa seguia ahí.

La pelivioleta se agachó un poco mientras miraba a la contraria con una sonrisa ladina.

~Solo veniamos a repartir folletos... es una lastima que hayas tenido que ser tan irrespetuoso, deberiamos de arreglar eso ¿No es así Alastor?~ Este asintió mientras se acercaba un poco más

—N-No me hagas daño, t-te lo ruego— Sabia que aunque los demonios no podian morir, el nivel de dolor que Kunai era capaz de inflingir era demasiado. La contraria fingió pensar, dejando una frase en el aire

𝑫𝒐𝒔 𝑶𝒗𝒆𝒓𝒍𝒐𝒓𝒅𝒔~| ᴀʟᴀsᴛᴏʀ X ᴛᴜWhere stories live. Discover now