–Mírame.
Al ver su estado, se acercó y lo tomó de los brazos, casi a la altura de los hombros. Clavó sus dedos y lo sacudió con fuerza. El otro muchacho, espantado, intentaba soltarse, pero la superioridad física del otro se hizo notar y eso le impidió escapar. La conciencia del peligro hizo que el temor se apoderara completamente de él. Lo único que pudo hacer fue temblar.
–¡Mírame! ¡Maldición!– exigió el más alto de los dos con una voz de tal enojo, que terminó por quebrarse.
–Dime, ¿qué hago aquí?– se atrevió a preguntar. –¿Por qué me trajiste aquí? Yo no debería estar aquí. ¿Tienes idea de cuántos años de cárcel te van a dar por secuestro? No lo sé... no soy abogado, pero podrían ser diez, o quince. ¡Lo importante es que van a ser muchos años! Cuando logren encontrarme vas a estar en grandes problemas... y si me haces daño. Si me haces daño será aún peor para ti.
–Esto es una tontería. Tus amenazas no sirven de nada. Nadie te secuestró. Si te calmas y me dejas explicarte lo poco que sé, es probable que..
–¡Estoy aquí en contra de mi voluntad! Esa es la definición de secuestro, idiota.
–¿Idiota? ¿acabas de llamarme idiota? ¿a mí? Bien. Creo que ya tuve suficiente paciencia contigo. No voy a tolerar que me insultes cuando intento ayudarte.
–¡Idiota! ¡Estúpido! ¡Baboso! ¡Infeliz! ¡Mal nacido! ¡Tarado! ¿Qué piensas hacerme?
Los ojos del otro muchacho se llenaron de un intenso brillo que parecía fuego. Todo el peso de una gran mano se estrelló con fuerza sobre su mejilla. Fue un golpe seco y decidido que resonó con eco en el espacio reducido de las cuatro blancas y vacías paredes que los rodeaban. Nuevas formas de ofensa que estaba dispuesto a soltar en contra de su repentino acompañante desaparecieron de su mente por la impresión que sintió al recibir tal agresión.
–Cállate– susurró finalmente el muchacho. Usó una voz baja que lentamente se llenó de una fuerza que terminó en un grito de indignación: –¡Cállate de una vez! No eres el único asustado aquí, maldición. No eres el único que no sabe qué hacer en esta situación y que teme por su vida. ¿No puedes cerrar la boca e intentar escuchar lo que quiero decir?
El joven revolvió su cabello, respiró hondo por la nariz y soltó todo el aire que acumuló de golpe por la boca. Intentó recobrar la compostura porque entendía que no iba a conseguir nada si se alteraba también. No era una tarea fácil, pero decidió ser tan razonable como fuera capaz.
–Tienes un problema mucho más grande que estar retenido aquí. Como te dije, no eres el único. Sé que temes por tu vida, pero eso será lo de menos cuando te enteres que ni siquiera es tuya.
–¿Qué mi vida no es mía?– con una mano todavía sobre su mejilla roja y adolorida, el chico hizo contacto visual con el extraño por primera vez desde que había despertado. –¿De qué estás hablando?
–Nada de esto te pertenece. Ni la imagen que tienes, ni tus pensamientos, ni tus sentimientos. Los conocimientos que usas para hablar conmigo no los obtuviste tú y la cara que tienes fue robada también. No eres nada más que un impostor, una copia, un instrumento que va a ser usado y desechado como todos los demás que somos como tú. Estás aquí porque, como yo, fallaste en tu misión. Venimos a ser una especie de desperdicios que deben ser destruidos. Yo me niego. No pienso dejar que eso pase y por eso voy a escapar.
–Estás enfermo–el joven cubrió su rostro y resopló. –¿De qué diablos estás hablando? Eres un tipo loco y peligroso, ¿verdad? ¿Intentas convencerme de lo contrario para salirte con la tuya? ¿En serio esperas que crea algo tan absurdo?– la expresión en el rostro del muchacho era algo graciosa. Parecía tan confundido como molesto y los rasgos delicados de su rostro contrastaban con un ceño fruncido constante.
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Don't be afraid║Kaisoo ║EXO Fest: Jekyll
FanfictionJekyll Fest EXO Autora: Ranamai Título: Don't be afraid Ship: Kaisoo Sinopsis: X-Kai y X-Kyungsoo tienen un encuentro en una situación que parece inverosímil. Cuando entienden su especial situación se unen para divertirse como nunca en sus, literalm...
