Era un lío, los nervios lo hacían ser más torpe de lo que ya era y romper todo a su paso. No le importaba nada, simplemente encontrar la dichosa maleta y poder llevar a su pareja al auto. Así que una vez la halló, colgó el bolso en su hombro y corrió a tomar la mano de Win, ayudándolo a levantarse con sumo cuidado para poder dirigirse al auto.

El Omega respiraba frenéticamente, sus manos sostenían su vientre y cada paso era un poco más de dolor en su espalda baja, Bright no ayudaba mucho, soltando maldiciones al aire más sus pasos torpes que casi lo hacen tropezar, pero no lo culpaba, estaba a nada de ser padre y eso en verdad era para estar nervioso.

— Cariño, practica las respiraciones que aprendiste, inhala y exhala, ¡Sí! Muy bien, inhala y exhala. — Contaba con detenimiento, sintiendo su cuerpo helado por la gran cantidad de sensaciones que tenía, era como si él también estuviera por dar a luz.

Y Win trataba de hacerlo, estaba poniendo todo su esfuerzo por no tener un desmayo gracias al dolor que le causaban las contracciones, respiraba tal y como el moreno le pedía, pero creería que perdería la paciencia al ver la puerta principal tirada y con un hueco en el medio.

— ¡Qué le hiciste a la puerta! — Gritó con sorpresa.

— ¡Es qué se me olvidaron las llaves de la casa!

Así que no hubo de otra que caminar sobre la puerta como si de un puente se tratara.

Win agradeciendo en su mente de que el auto no estuviera chocado. A ese punto estaba manteniéndose controlado, claro que le dolía y cada vez más, por eso estaba tratando de mantener un ritmo en su respiración y no moverse demasiado, no más de lo que su vientre ya lo hacía, ver cómo su bebé se colocaba en posición para salir le hizo entrar en pánico, creyó que ya era demasiado tarde para llegar a la clínica y que daría a luz ahí mismo como en las telenovelas dónde los Omegas parían hasta en los taxis.

Fue un peso menos cuando llegaron por fin a la gran puerta del lugar, las enfermeras al ver su estado inmediatamente aparecieron con una silla de ruedas a la cual se subió, ya el dolor se estaba volviendo insoportable, pero eso era solo una señal de que su bebé se acercaba más y más a la hora de su nacimiento.

Aunque más intenso eran los latidos de su corazón, había ansiado tanto este momento que el dolor había pasado a segundo plano, en su mente se proyectaban las escenas con las que siempre había soñado: su familia, su cachorra en sus brazos mientras que el Alfa de su vida seguía a su lado, como siempre se lo había prometido.

En un abrir y cerrar de ojos, estaba en la camilla, con una bata esterilizada y las piernas exageradamente abiertas para él, pero sabía que era necesario. Sentía las contracciones ser más fuertes, pero el doctor dijo: "Faltan dos centímetros de dilatación", por lo cual debía pasar al menos diez minutos más en esa camilla, totalmente expuesto y sin su Alfa acompañándolo.

— Quiero que mi Alfa esté conmigo... — Dijo en un aliento débil, y la enfermera supo que no podía convencerlo de lo contrario. Los Omegas en ese estado eran difíciles en cuanto a lo que querían, negarles el hecho de ver al padre de sus cachorros era como provocar a una fiera enojada.

Sus gemidos de dolor se oían por toda la sala de parto, Win ya se sentía listo para comenzar a pujar, pero faltaban un par de minutos que para él se le hacían realmente infinitos.

Su mano que colgaba por el borde de la camilla fue tomada, y sus ojos se iluminaron al ver a Bright a su lado, con un gorrito y una bata de color rosa como el que llevaban las enfermeras, supo en ese momento que era solo el comienzo de toda su felicidad.

El doctor ingresó también, y le indicó que los benditos dos centímetros ya estaban lubricados, así que comenzaron con el parto.

Mandó al tacho todo su autocontrol. Si pensó que no podía dolerle más estaba totalmente equivocado; su cuerpo era un caos, sentía su estómago contraerse y estaba seguro de que su bebé estaba moviendo sus órganos totalmente, pero no se detuvo, tenía que pujar hasta asegurarse que su bebé había nacido. Las ganas de cerrar las piernas lo invadía pero hacer eso sería un daño muy grande para su cachorro, así que hizo lo que debía.

Manos de Ángel | BrightWin | Adaptación ✔️Where stories live. Discover now