—Brenda, es hora de irnos —entró Israel a la oficina mientras ella hacía unas fotografías de prueba. Le sonrió al verla y le hizo una señal con la cabeza para que se pusieran en marcha.

Caminaron hasta el teatro y al llegar allí Brenda se quedó con la boca abierta, había periodistas y cámaras de TV por todos lados, estaba segura que para poder tomar las fotografías necesitaría subirse a los hombros de Israel, por suerte no era tan bajita de estatura como Laini, eso sería peor.

—Este es tu gafete de prensa —Israel le pasó un listón por el cuello que tenía colgando un pedazo de plástico con su fotografía, su nombre y el nombre de la gaceta—. Vas a poder pasar entre todas esas personas, te darán prioridad por pertenecer a nuestra gaceta, pero si no es así tienes permiso de golpear a alguien.

—Qué mal, profesor —dijo ella sonriendo—. No deberías decir eso.

—Sólo ve a hacer tu magia.

Brenda observó a la prensa y suspiró.

—¿Quieres que compita contra ellos para sacar el mejor material y venderlo a los periódicos? —preguntó inquieta—. Seguramente ellos son mucho mejores que yo.

—Escucha —Israel colocó sus manos sobre los hombros de ella—, ellos están hambrientos por conseguir una nota, no les importa conseguir buenas fotografías, sólo tener fotografías. Esta es tu ventaja. Solo queda decirte una cosa —se inclinó tras ella para hablarla al oído—. Diviértete, porque cuando lo haces tus fotografías son las mejores.

—Lo haré —respondió más tranquila—. Me voy.

Se encaminó a la multitud y segundos después desapareció entre el mar de personas.

Israel la observó hasta que la perdió de vista y justo en ese momento apareció a su lado un hombre que resopló.

—¿Es esa niña a la que tengo que vigilar? —habló el hombre.

Israel volteó a verlo con sorpresa a pesar de que sabía que iba a encontrarse con él en esos momentos. Asintió mientras observaba el lugar por donde Brenda había desaparecido.

—Estoy seguro que si tiene tu aprobación podrá trabajar en la agencia...

—Solo soy un filtro más, el jefe es quien tiene la última palabra, pero estamos tan necesitados de fotógrafos que le daré una oportunidad, ya que es raro que sugieras a un estudiante para un proyecto tan serio como J. Espero que no me hagas perder mi tiempo.

—No lo perderás.

Respondió seguro. Solo era necesario ver la concentración con que Brenda tomaba las fotografías para que las personas entendieran la pasión que sentía.

Israel había descubierto a Brenda por coincidencia y quería ser el encargado de hacerla sobresalir lo más pronto posible, el futuro de ella ya estaba marcado, pero tenía que recibir ayuda.

—Su futuro será brillante... —dijo en voz alta pero se dio cuenta de que estaba solo, su compañero de trabajo había desaparecido.

Brenda logró estar frente a la multitud de personas que se peleaban por tener una buena vista de las autoridades universitarias que estaban a minutos de llegar. Tenía su cámara lista y su gafete a la vista en caso de que alguno de las otras personas intentara quitarla de su lugar.

—Tienes una excelente cámara —le dijo un hombre. No tenía identificación ni cámara así que debía ser alguna persona que simplemente quería disfrutar del evento.

¿Quieres ser mía? (JASN Libro #3)Where stories live. Discover now