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Eran las 4:23 am y nos encontramos con Shrignold dando vueltas en su habitación preocupado, pues su novio no había regresado.
— ¡Este chico es un desastre! ¡¿Como puede ser que no haya vuelto cuando se fue a las 6pm?! -El chico continuó dando vueltas en su cuarto, hasta que se escuchó la puerta principal abrirse.
Rápidamente se dirigió a esta misma y se encontró con cierto peliceleste tambaleándose.
— Ay, santo Malcolm... - — H-hOla, mi- *hip* mi amOor~ -Dijo Larry, como pudo... — Anda, vamos arriba, vas a despertar a los demás. -Shrignold tomó a Larry de la mano y se lo llevó a su cuarto con sumo cuidado.
— ¿P-por qué *hip* me t-traes a- *hip* aquí? -Cuestionó confundido. — Porque si te dejo solo en tu cuarto puedes liar la 3 guerra mundial. -Respondió, sentándose en la cama. — L-lo que *hip* d-digas. -
Larry y Shrignold se tumbaron y el primer chico abrazó al segundo, cayendo en un profundo sueño.
— Ah... Que se te va a hacer. -Shrignold se acurrucó en su novio, durmiéndose también.
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