&TEAM •One Shots•

🍒•EJ•🍒

Mi mirada se encontraba perdida, siendo sincera parecía una zombie caminando por los pasillos del instituto. No tenía ánimos de nada ¿Y cómo tenerlos? Me sentía vacía e infeliz sin él a mi lado. La vida no tenía sentido sin él. Sí... él, él y otra vez él porque para mí todo giraba en su entorno. Él era la cura a todos mis males... pero... mis padres no pensaban igual. Ellos tenían otros planes para mí, arreglaron mi matrimonio con el hijo del señor Byung que a pesar de ser un ostentoso ególatra tenía algunos encantos, o eso decía mi madre, esperando que creyera profundamente en sus palabras.

Como si lo hubiese llamado con el pensamiento EJ se apareció al final del pasillo conversando con un par de amigos. Hicimos contacto visual por unos segundos y como si nada hubiera sucedido seguí caminando hacia la salida.

Me encontraba tan inmersa en mi propio mundo que solo pude reaccionar cuando alguien tiró de mi brazo. Subí la mirada y me encontré con él, con EJ. Sus ojos me miraban con un brillo especial, el mismo que recordaba cuando nos mirábamos el uno al otro, solo tenía un nombre Amor... ese amor al que debíamos poner fin si no queríamos sufrir más.

Intenté soltarme de su agarre pero solo logré que me acercara más a él. Supliqué con la mirada que me dejara en libertad pero EJ no parecía ceder. Me acorraló contra la pared y me sentí indefensa en ese instante. Solo deseaba salir de allí, sin pronunciar una palabra, sin encarar la verdad, la triste y cruel verdad de que a pesar de no seguir juntos nos seguíamos amando y eso tornaba las cosas más difíciles y dolorosas.

— ¿Qué estás haciendo? — intenté moverme para escapar de él mas no lo conseguí.

—Deja de ignorarme de una vez por todas. Sé que aún me amas.

No respondí, solo observé a mi alrededor. No quedaba ni un alma en el pasillo y era algo muy lógico a la hora de salida pues todos desaparecían en unos segundos al escuchar la campana. En resumen no había nadie a quien pudiera pedir ayuda, y no es que tuviera miedo de EJ... solo... no quería encontrarme en esta situación, en serio trataba de olvidarlo, realmente hacía el esfuerzo pero él nunca hacía que las cosas fueran fáciles. En todas partes me lo encontraba: en cada rincón del instituto, en la cafetería más cercana a casa, en el cine justo cuando me encontraba en una cita con Minho... En todas partes.

—EJ deja que me vaya, yo...n~no debo hablar contigo, mis padres me lo prohibieron.

—Yo no veo a tus padres por ningún lado— dijo con una expresión seria en su rostro —TN sé que no estás enamorada de Minho, deja de pretender que es así. Podemos huir, tengo todo planeado...

—¿Estás loco? ¿Acaso crees que voy a desobedecer a mis padres? No soy como tú EJ, para ti no hay reglas, límites, vives la vida como quieres. Yo no soy así, simplemente no puedo, hay reglas que seguir y límites que no se deben traspasar. No puedo deshonrar a mis padres, mi obligación es casarme con Minho...

Sin aviso alguno EJ se acercó peligrosamente a mí y luego me besó sin permiso alguno de mi parte. Sus labios eran dulces y con tan solo un beso él conseguía elevarme a las estrellas.

—No menciones más su nombre, ya estoy harto de ese idiota— una de sus manos se acercó a mí rostro y se deslizó por mi mejilla— Y sí... tienes razón al decir que para mí no hay límites...es cierto que no los tengo y por eso no descansaré hasta recuperarte —dijo por último cerca de mi oído, besó rápidamente mis labios y me sonrió antes de desaparecer por el largo pasillo que conducía a la salida del instituto.