c.089

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Necesité una semana para recuperarme del disparo en mi muslo, pero durante esa semana había seguido siendo activa con mis cosas.

Me había mantenido en contacto con el ministro español, en el último baile del imperio oscuro me había dicho que quería ayudar en la eliminación de la mafia de Nacho y era el momento de recibir su ayuda.

Yo todavía no estaba en condiciones de volver a la pelea, con suerte ya podía caminar medianamente normal tras el disparo.

Pero mi esposo si que podía pelear, al igual que el resto de mis hermanos.

Y el ejercito español también podía pelear.

El propio ministro español nos había dejado a una brigada de su ejercito para la misión que lideraría mi esposo en mi honor.

Ibamos a viajar a España y atacaríamos en la boca del lobo.

Aunque a decir verdad, mi esposo con los nuestros y la brigada del ejercito debían de estar encargandose ya de ellos.

Yo en su lugar, me dirigía al aeropuerto, totalmente arreglada para la cena que tenía con el misnistro español y su familia.

Obviamente mi pequeño Scorpius vendría también con nosotros.

Cuando llegué al aeropuerto el sol estaba empezando a ponerse, por lo que me tocó usar mis gafas de sol.

Senté a Scorpius en el asiento del copiloto, le puse el cinturón y le entregué uno de sus juguetes junto a su chupete para que durante el despegue estuviera distraido.

Nunca había tomado yo sola un vuelo con él, por lo que estaba algo expectante por ver como iba.

Pero para mi suerte estuvo tranquilo durante todo el despegue, así que cuando tomé la altitud suficiente como para poner el piloto automático lo puse y jugué durante todo el vuelo con mi hijo.

Cuando aterricé en Ibiza, un coche del ministerio español me esperaba a los pies de mi avión.

Había un conductor al lado del coche, el cual hizo una reverencia nada más llegué a dónde me encontraba.

-Buenas noches princesa-habló el hombre mientras me abría la puerta del coche-según tengo entendido tengo que llevarle hasta la residencia del hombre al que asesinó hace unos cuantos días

-Está usted en lo correcto-sonreí-y luego debe de traernos de vuelta a mi esposo y a mi al aeropuerto para que tomemos el avión rumbo al hogar de su ministro

Él asintió y me dejó meterme en el coche, el camino estuvo bastante bien, el hombre me habló en varias ocasiones y me hizo sentirme bastante cómoda.

El me dejó frente a las puertas de la mansión, dónde yo entré con mi hijo en mis brazos.

Entré a la mansión y estaba todo vacio, aunque se notaba que habían peleado.

Pero las voces de los chicos empezaron a escucharse.

Así que salí al jardín que tenía la mansión y los vi a todos.

Habían un total de siete militares, mi padre, mi esposo, mis hermanos, Blaise, Addam, Kyle y Theo.

Aunque lo que me sorprendió fue ver que uno de esos militares era una mujer.

-Veo que habeis podido con ellos sin problemas-sonreí-cuantos?

-Hemos abatido a 7 en pelea, pero aquí tenemos 24 más-habló un hombre

-Disculpe mi ignoracia, pero puedo saber quien es usted?

-Soy el teniente Sagasta-habló él-a su servicio princesa

Temptation || Draco MalfoyOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz