>> Antes... Yo iba a ver a los Humanos para tener una compañía, aunque sea un rato... Para no sentirme sola, no sabía que era así.

>> Y cuando Lisa llegó, ella... Ella vino para abrazarme y calmar todos mis dolores, ella me hacía sonreír, me hacía poder descansar y poder estar despierta también, ¿Sabes lo que es eso? Con ella... No importa qué hacía, con ella podía hacer todo.

>> Ella me escuchaba y me preguntaba muchas cosas pero sería aprender... Aprender a vivir, a ser libre... Ella quería ser libre, solo eso, ¿Por qué todo tiene que ir tan mal por un deseo tan justo como ese? —las lágrimas volvían a caer de sus mejillas, sorbió su nariz, Lili se acercó a su espalda y se acurrucó detrás de ella, en un intento de apoyarla un poco, aunque estaba segura que no serviría de nada—. Lisa era libre de ir a dónde quería... Y eligió estar conmigo, ¿Sabes lo que es eso? Ella me hace sentir como sí... Como si importara.

—Rosé, eres importante, claro que lo eres. —murmuró JiSoo.

—Es distinto a que tú lo digas a qué alguien lo demuestre —replicó—. ¿No sabes lo que es? Querer ver a alguien, querer abrazarlo, querer tenerlo a tu lado... Querer descubrir el mundo, y poder hablar de lo que sea... Con Lisa era así... Con ella sentía que... Como si encajáramos juntas, perfectamente.

JiSoo no podía hablar, Rosé estaba evidentemente mal.

—Lo siento mucho, Rosé —dijo—. Espero que sepas que fue una decisión que ella misma tomó, quizás deberías respetar su deseo.—añadió, la Diosa de los Humanos no respondió, y JiSoo se marchó con lentitud y silencio del lugar.

Afuera, Jennie estaba esperándola, estaba junto a SeungWan también, la joven de cabello cenizo se encargaba de hacer mimos a su unicornio, de un blanco brillante.

—Jennie, en verdad confío en tí pero... Parece que las cosas no están bien. —dijo JiSoo, la más alta asintió levemente.

—Lo sé, pero... Es cuestión de tiempo, puedo ver qué se resolverá—dijo, tomó la mano de la mayor con suavidad—. Por favor, solo necesitamos tiempo.

JiSoo asintió, la joven tenía un plan, uno que estaba siguiendo ciegamente, Jennie no tanto porque ella lo había visto, al futuro, y según ella, todo estaría bien.

El tiempo seguía corriendo, lo sabía, sentía como si sus pies estuvieran enterrados en la arena de un reloj, pero junto con ella estaban tanto Rosé como Lisa, tenía que salvarlas.

Pero ahora venía una parte del plan que no le gustaba para nada.

Estaban de viaje, rumbo al Mundo de los Humanos, todo para hacer algo que ella había evitado desde el principio de los tiempos.

Enfrentar a su hermana.

—¿Segura que estás bien? —preguntó Wendy a SeulGi, quien apenas se había puesto de pie después de mucho tiempo, sus piernas aún estaban débiles

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Segura que estás bien? —preguntó Wendy a SeulGi, quien apenas se había puesto de pie después de mucho tiempo, sus piernas aún estaban débiles.

la tierra de los dioses muertos. | chaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora