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FELIX

—No, Chan. No puede continuar sobre esforzándose. Los espasmos y calambres fueron una pesadilla para ella — explico acariciado mi rostro soñoliento.

—¿Pudo dormir al menos?— pregunta con un tono preocupado.

—Se encuentra durmiendo ahora, pensé que con un té la podría calmar. Pero tuvimos que recurrir a las pastillas para que durmiera. Hicieron efecto a las cinco de la mañana.

—Bien, quédate con ella hasta que se recupere. Yo me encargaré de todo por acá.

—Te llamaré si sucede algo más— luego de escuchar una respuesta afirmativa, doy por finalizada la llamada.

Intentando hacer nada de ruido, me asomo por el umbral de nuestra habitación para darle una ojeada a Sunhee. Al asegurarme de que continuaba durmiendo, me dirijo hacia la sala para comenzar a buscar videos por YouTube de como dar los mejores masajes para relajar y apaciguar los nudos musculares.

En su mayoría, recomendaban un artefacto que utilizaban los profesionales que tratan con deportistas. Así que, lo busqué y lo compré por línea.

Una llamada de Changbin interrumpió mi búsqueda de como mejorar el estado de Sunnie.

—Ábreme la puerta— es lo único que dice para luego engnachar. Algo aturdido, me levanto del sofá y camino hacia la puerta principal para abrirla y verlo cargando fundas. Me hago un lado e ingresa para extenderme las fundas y quitarse sus zapatos.

—¿Cómo no se te ocurre llamarme para informarme del estado de Sunhee, ah?— intenta no alzar la voz, pero su tono expresaba disgusto y preocupación— Tuve que enterarme por Christopher, porque si fuera por ti, ¡nunca me hubiera enterado!— exclama en susurro viéndome.

—Lo siento— hago una mueca apenado — Pero debía llamar primero a Chan para informarle, se me olvidó informarte. Estaba viendo como aliviarle los dolores.

—Debe comer bien, pero primero, debes llamar a un doctor para que la revise. Quizás tenga algo más que dolores musculares, ¿eres médico para diagnosticarla?— interroga y niego lentamente— Exacto, ve y llama al doctor de la agencia para que venga a verla. Yo le prepararé algo bueno de comer.

Acato sus ordenes y le marco al nuestro manager para que le informe al doctor de la agencia y este pueda venir a ver a Sunhee.

Si algo interrumpe la buena salud de Sunhee, Changbin a ojos cerrados será el primero en estar ahí para ella. Luego estoy yo, desde luego. Pero él hace el papel de padre aquí.

—Por lo menos tienen buena comida aquí— dice soltando bufidos mientras rebana las verduras y vegetales.

—¿Revisaste la alacena?— interrogo y él asiente sin problema alguno.

—Sé que es un acto inapropiado, pero debo asegurarme de que ambos, en especial Sunhee, coma mas cosas saludables que chatarra. Deben cuidar sus cuerpos con buena alimentación para mantener sus órganos saludables— explica soltando el cuchillo para mover sus manos expresivamente. Asiento escuchando sus palabras, me gusta aprender mucho de él y admiro lo tan sabio que es.

Luego de una hora, el doctor llegó y lo llevé gacia nuestra habitación. Sunhee había despertado así facilitándole el trabajo al profesional.

—¿Te duele alguna parte del abdomen?— pregunta pasando su estetoscopio en el lugar cuidadosamente. Changbin y yo nos manteníamos a una distancia considerable atentos a cada movimiento del hombre.

—Un poco. Pero creo que se debe a los calambres y porque no he podido comer aún — le intenta dar una sonrisa a este pero solo logra hacer una mueca al acomodarse en la cama.

—Entre espasmos y calambres ¿de cada cuanto surgen?.

—Cada diez minutos— respondo. Llevaba la cuenta desde que nos acostamos en la madrugada.

—¿Usted a asistido a sus secciones con el quiropráctico?— indaga viendo ahora a Sunhee.

—No he podido ir. Pero culpe a la empresa por ello, no he tenido días libres estas últimas semanas— se detiene para bufar — No he tenido días libres desde que debuté. Tengo que discutir con ellos para tenerlos, sino, estuviera cayendo en una depresión horrible— divaga rápidamente. Cuando está cansada, suele ser mucho más honesta de lo que es en el día a día.

Una vez que termina de revisar a Sunhee, salimos de la habitación.

—Le haré un certificado médico para enviarlo a la empresa y esté exenta de actividades por cuatro días. Pero Sunhee debe asistir al quiropráctico cuando se recupere. Recuerden también la situación un poco delicada con su apéndice. Si sufre dolores estomacales, deben llevarla al hospital de inmediato— indica extendiéndome la receta de Sunnie. Changbin y yo asentimos para despedirnos de él y agradecerle por haber venido.

—La deliciosa sopa que le preparé, hará que se mejore— estipula seguro Binnie una vez que el doctor se marcha.

[ 🐥 ♡ 🐻 ]

—¡Sukida!— llama desde el baño y entro a este de inmediato.

—!¿Qué ocurre?!, ¡¿tenemos que ir al hospital?!, ¡¿llamo a una ambulancia?!— pregunto seguidamente buscando algún indicio de gravedad o peligro.

—Se me olvidó tomar mi toalla, ¿me puedes traer una limpia, por favor?— pide dulcemente y cierro mis ojos dejando pasar el mal rato.

—Vuelvo enseguida— susurro para buscar una toalla e ingresar al baño— Ten— ella agradece y salgo de la habitación para esperarla sentado en el borde de nuestra cama.

Estoy cansado, no he podido dormir nada. Pero me niego a descuidarla.

Mis párpados comienzan a pesar y cierro mis ojos para descansarlos un poco.

SUNHEE

Al salir del baño luego de hacer mi rutina del rostro, me encuentro a Yongbok dormido en el borde de la cama.

Hago una mueca al saber que no ha dormido por mi culpa. La culpa comienza a comerme y me acerco a su cuerpo para dejar unas caricias en su rostro.

Inconscientemente, se acomoda por sí solo en la cama y lo arropo para que duerma. Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina para comer un poco más de la sopa que me preparó Binnie.

La verdad, es horrible esto. Me duele todo el cuerpo, pareciera que me pasó un tren por encima. Y no es simplemente el frío, también es el exceso de actividad física que he hecho en muy poco tiempo. Nada de descansos, nada de fin de semana libres, nada de NADA.

Nos tienen a todos como esclavos. Nos venden futuros perfectos antes de firmar contrato. Y una vez que estamos dentro, tenemos más recuerdos nublados y oscuros, que alegres y soledados.

Con el tazón en mis manos, dejo escapar un suspiro al sentir la temperatura agradable de la sopa. Tomo asiento en el sofá y me arropo de la cintura para abajo para continuar viendo una película japonesa.

Cuando termino todo; lavar los trastes sucios, acomodar un poco la sala y cepillar mis dientes, me dispongo a entrenar a la cama.

Lentamente me acerco a Felix y suelto un quejido por un leve dolor repentino.

—¿Qué ocurre?— murmurra.

—Nada, sigue durmiendo— susurro en respuesta y él se acerca para abrazarme.

—Buenas noches, te amo— deja un pequeño beso en mi cabeza y sonrío por su ternura.

—Buenas noches, sukida. También te amo...gracias por cuidar de mi.

—Siempre lo haré.

♡! Two Suns [ Felix y Tú ]Where stories live. Discover now