✧Prólogo 4: ¡Sistema confuso!✧

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ERROR DEL EVENTO:

Los siguientes sucesos no tienen límite de daño, ni de control, mantenerse de pie hasta que el sistema, encuentre el inicio del
Error.

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Todos sus ojos de color negros y sus caras apagadas solo lo viste en una parte del juego. Cuando los personajes atravesaban: Un Overblot.

¿A todo el mundo? ¿Al mismo tiempo?

No, algo no concuerda, se supone que solo le pasa a los magos, en un ataque de consumo excesivo de magia y estrés… Entonces porque tienen todos esos síntomas.

Te encuentras en un dilema, mientras piensas todo esto estabas siendo golpeado y recibiendo muchos otros dolores para más delante.

Era un todo contra todos.

Tu fuerza física era casi nula, te echaste para tras y solo miraste al par de amigos que golpeaban sin pena. Estás más que atento y buscas esquivar, algunas podías, otras debías aguantarlas.

Apenas terminó ese pensamiento, unos pasos imponentes se acercaron, era un adulto barbudo junto con otros dos bellacos de magos.

¿En qué momento se fueron todos los magos? Ni lo notaste, ellos debían ocuparse de esta situación.

Hasta ahora la pelea no llego a más que solo golpes, lo único rojo en la nieve eran tomates y no sangre afortunadamente. (A excepción de la tuya de un principio).

El mago quien tacho todos los nombres de la lista, y quien llamaba para la prueba estaba allá a la lejanía, grito:

—Quien saco la espada —afirma—Nevere Pendragon ¡Descendiente de Arturo, antiguo rey de Logres! —Su voz varonil llegó a todos.

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Evento: Prueba del becado

aprobado

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El cartel algo tarde deslumbró.

Había alguien en frente de todo el grupo de túnicas, un viejo barbudo, con un sombrero azul, bastante ridículo, asiente ante la confección.

Nadie le prestó atención, todos están demasiado sumergidos en su propio odio para hacer caso a su alrededor.

Vos solo podías darles breves miradas, ni siquiera podías entender qué decían por más gritos de pelea. Sir Héctor, quien también estaba en medio de la pista, no peleaba con nadie, y tampoco los ayudaba, solo observaba negando y decepcionado a su lado la Doña, quien a pesar de la preocupación no se metió.

𝗥𝗼𝘆𝗮𝗹 𝗦𝘄𝗼𝗿𝗱 𝗔𝗰𝗮𝗱𝗲𝗺𝘆Where stories live. Discover now