Así que siempre que tenía la oportunidad de abrazarlo, la aprovechaba porque significaba todo.

Él era todo para mí.

No pasó mucho tiempo antes de que los dedos de Lix dejaran de moverse sobre mi pecho y su respiración se nivelara por completo, un leve ronquido salió por sus labios entreabiertos. Mirándolo dormir tan pacíficamente a pesar de ser el que me despertó groseramente me hizo sonreír, mi corazón martilleaba en mi pecho al recordar qué día era hoy. Si estuviera despierto Lix habría sentido a mi corazon latir bajo la punta de sus dedos y lo habria delatado todo.

Porque hoy era el día en que le iba a proponer matrimonio.

Llevamos diez años juntos y sabía que quería casarme con él hace mucho, mucho tiempo, nunca se trató de quién, ni dónde, ni cómo. No importaba cómo lo propondría, no importa cómo hice la pregunta, lo único que estaba mal era el momento oportuno.

Cuando Lix estuviera listo, cuando yo estuviese listo. Cuando estemos listos.

Hasta ahora, alguna de esas tres cosas nunca estuvo del todo bien pero ahora, ahora podía sentir que era el momento, en el fondo de mis huesos.

Pasando mis dedos por el cabello de Lix , el chico se movía pero no se despertaba, sonreí mientras trataba de calmar mi corazón. Todo lo que ha sucedido para llevarnos a este punto ha valido totalmente la pena, esto no lo cambiaría por nada del mundo

Hace once años (Hyunjin, 17 años)

Estoy tan jodidamente cansado.

Me apoyé en las patas traseras de mi silla, el respaldo presionando contra la pared del salón de clases mientras cerraba los ojos contra las tenues luces fluorescentes que no hacían nada para ahuyentar mi fatiga, la voz del maestro se convirtió en nada más que ruido de fondo mientras luchaba por mantenerme despierto, el café que tomé de camino a la escuela no hizo más que darme ganas de orinar.

A la mierda con esto.

La chica sentada a mi lado; Sarah, Stella, Steph o algo con S, se rió mientras presionaba su mano en mi bícep tratando de atraer mi atención, reprimiendo una maldición me giré hacia ella sin molestarme en ocultar el ceño fruncido en mis rasgos. Sus ojos marrones me miraron expectantes como si esperase que dijera algo.

"¿Qué?" Medio grité, la chica se estremeció ante el tono riendo ligeramente para disimular su malestar.

"Oh bueno, solo me preguntaba..." comenzó la chica mirando tímidamente su mano en mi brazo y luego de regreso a mis ojos con un brillo coqueto "Ya que la pasamos tan bien la semana pasada ¿Podríamos hacerlo de nuevo?".

Sí, al diablo con esto. Estoy demasiado cansado para esta mierda.

"Mira Sarah, ¿verdad?" Empecé, la expresión de la chica se puso rígida.

"Es Stella" dijo con fuerza teniendo el sentido común de soltar mi brazo.

"Stella" dije encogiéndome de hombros "Sí, la semana pasada fue divertida pero no hago repeticiones porque la segunda vez nunca es demasiado divertida" Especialmente cuando empiezan a captar sentimientos y luego siguen pidiendo más y más, hasta que te das cuenta de que no hay nada que quieras dar.

"Pero-" Stella empezó, su mano una vez más en mi brazo, pidiendo más.

"La respuesta es no, Stephanie" dije con frialdad, apartando mi brazo del suyo justo cuando se oía un fuerte golpe de un libro contra un escritorio desde el frente del salón de clases.

"Hwang Hyunjin" el maestro se enfureció, su boca se dibujó en una sonrisa que era todo menos agradable.

"Patrick" respondí empujando mi peso hacia adelante, la silla se estrelló contra el suelo con un estruendo ensordecedor. Inclinándome en el escritorio casualmente, sonreí ante la ira creciente en la cabeza del maestro calvo que comenzó a brillar bajo las luces mientras sudaba.

Entre Sabanas | Hyunlix ✓Onde histórias criam vida. Descubra agora