capítulo tres.

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—melancolía.

renjun está frente a un hermoso lago rodeado de flores, puede ver a los patitos bebé siguiendo a su madre. la tarde resulta preciosa, no hace tanto frío ni tanto calor, el sol le pega de lleno en sus poros, y una tenue brisa le acaricia el rostro.

sus dos amados se persiguen entre ellos por ese lindo y solitario prado, como niños pequeños. se permite sonreír, aún teniendo en mente que dentro de unas horas debía decirles adiós, sin que ellos lo supieran. su mirada se oscureció, de pronto los patos y las flores que adornaban el paisaje estaban muy lejos de ahí. sus novios dejarían de ser sus novios. en unas horas... en unas horas.

—ren, ¿estás bien? una voz interrumpe sus pensamientos, es tan dulce y calma que parece la de un ángel.

el nombrado parpadea dos veces y mira hacia arriba —ya que estaba sentado sobre el cómodo césped—, y lo ve. ve a uno de sus hermosos novios mirándolo con preocupación, el otro estando a unos metros de distancia, recogiendo flores.

—lo estoy, jaem— renjun trata de forzar una sonrisa, fallando en el intento, y dibujándose en su rostro una mueca rara. jaemin lo nota—. no te preocupes por mi.

el susodicho se sienta a su lado, y los dos se quedan callados, viendo como jeno seguía eligiendo flores bonitas para sus dos amados. renjun quiere pensar que todo va a estar bien. flores, jeno. jaemin, preocupación. flores, patos. jeno, jaemin, rompimiento.

—puedes hablar conmigo, ¿lo sabes?— dice jaemin, con un tono tranquilo que busca calmarlo—. conmigo y con jeno. los dos haríamos cualquier cosa por ti, eres nuestro mundo.

el chino asiente y medita sobre lo dicho por el menor. juega con sus dedos, decidiendo si decirles o no, decirles que los va a abandonar.

—esta noche revelarán su relación— afirma renjun, más como un hecho que como simple comentario.

jaemin murmura en asentimiento, no estando tan seguro de sí se refería a lo que él creía. esa noche los tres saldrían al mundo como la primera pareja gay y poliamorosa de toda la industria. se le hacía mucho —y algo sospechoso— que la compañía los aceptara, eso lo hizo detenerse: ¿realmente los habían aceptado a los tres como una relación romántica?
pensó un poco lo dicho por renjun pero lo dejó pasar, creyó que era un pequeño error por no ser el coreano su lengua natal.

visualiza a jeno acercándose hacia ellos con una cara de tonto enamorado que le dan ganas de reírse pero de ternura.

ambos lo reciben con felicitaciones y lindas palabras por las flores que recogió para ambos. por el lado de renjun, él trata de mantener los feos pensamientos a un lado otra vez. última cita, disfrútala.

—¿de qué hablaban?— pregunta jeno, risueño.

—de lo de esta noche— contesta jaemin, sin poder contener el entusiasmo. los dos parecían muy emocionados por demostrarle al mundo lo mucho que aman a renjun.

éste se tensa, sabe que es el momento.

—chicos, hay algo que no les conté— el chino se siente peor que nunca, las náuseas invadiéndolo. se obligó a tragárselas—. la empresa sabe de la relación; pero no la de nosotros tres, sino la de ustedes dos.

renjun nunca, jamás en la vida, podrá olvidarse de las caras de decepción, tristeza y perplejidad que jaemin y jeno pusieron al oírlo. lo perseguirían en todas sus pesadillas.

—¿cómo?— jaemin fue el primero en hablar, jeno no podía articular palabra alguna. tenía la boca tan abierta que su mandíbula parecía a punto de desencajarse—. ¿les dijiste que jeno y yo somos pareja?

el castaño asiente. nunca le había costado tanto admitir algo, odiaba mentir, pero todo resultaba tan complicado. ojalá nunca hubieran querido hacer pública su relación.

jeno pudo hablar ya pasados varios minutos, todavía tratando de digerir todo: —¿y qué pasó con salir al mundo, que nos amamos tanto que estamos preparados para hacerlo?

renjun se mordió el labio con tanta fuerza que un poco de sangre salió de éste. el sabor metálico del fluido invade sus sentidos, perdiendo totalmente el hilo de la conversación.

—¿no nos amas?— musitó entre dientes jaemin.

—los amo como nunca amé a nadie antes.

—¿pero?— completa jeno.

el chino seguía mordiéndose el labio, odiándose por lo que iba a decir a continuación. sabía que los perdería para siempre...

—tienen que ser realistas. es demasiado que una pareja hetero idol se revele al mundo, ¿una pareja gay? muchísimo. ¿una relación poliamorosa gay? ya es un chiste. nadie va a tomarnos en serio y quiero lo mejor para ustedes. todos van a amarlos; tal vez sea difícil al principio, pero tienen tanta química que les será imposible odiarlos. son la pareja perfecta, yo no entro aquí.

renjun veía como los ojos de jaemin se poblaban de lágrimas que poco a poco se deslizaban por su rostro de porcelana, jeno miraba a un punto fijo, su cabeza en blanco. hasta hace unos minutos atrás todo parecía perfecto, ¿nunca lo fue realmente?

—nos estás dejando— no fue una pregunta, fue una afirmación. jaemin temblaba.

el mayor nota que él mismo tiembla al volver a abrir la boca. quiere golpearse a si mismo por cada palabra que sale de ella.

—nunca tuve algo tan verdadero como ustedes, pero no quiero tirar mi carrera por la borda. no quiero que me digan "el mal tercio", escuché los rumores... ya sin oficializar han dicho cosas horribles de mi. los amo, pero el amor no es tan importante como cumplir mis sueños.

renjun no se encontraba del todo en sus palabras. quería deshacerlas y que ellos lo perdonaran, que todo fuera tan solo un sueño. o una pesadilla.

—entonces somos eso para ti— jeno hablaba con tanta dureza, tan dolido, que no podía reconocer al amable y alegre jeno de siempre. a su jeno. ¿eso fue culpa suya?—, tan sólo un romance que pronto acabaría.

—no es así. yo nunca quise hacer pública nuestra relación, ustedes no me escucharon.

—quédate con tu carrera, huang. es lindo saber que nunca nos amaste como nosotros lo hicimos.

—no... no es así...

y ellos ya no estaban. no lo escuchaban, se fueron, lo abandonaron.

renjun se despertó temblando en su cama, en una habitación a oscuras. las lágrimas comenzaron a brotar solas y no parecían tener ganas de detenerse.

escuchó lejanamente que golpeaban su puerta, aún aturdido por el sueño. ¿quien sería a esas horas?

—pase.

se limpió las lágrimas lo más rápido que pudo, y menos mal que lo hizo, porque quién estaba en su puerta era jeno.

—iba al baño y te escuché llorar, ¿estás bien?


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n/a: ¿les está gustando como va quedando la historia? todavía me estoy debatiendo si hacer un final triste, feliz, o ninguno de los dos.

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⏰ Last updated: Mar 06, 2023 ⏰

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garbage; norenminWhere stories live. Discover now