CAPÍTULO 18

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POV. Lauren. 

—Dulzura, deja esa bolsa y aléjate. — le digo a Camila, pero no la miro. En su lugar, mantengo mis ojos directamente en el Sr. Cabello. 

—Voy a ocuparme de esta mierda, así que puedes salir y esperarme.

—Lauren. — dice en voz baja.

—Ve afuera y espérame. Quiero hacer esto antes de que aparezca el sheriff. — digo, pero entonces Cabello se mueve hacia la derecha y bloquea su huida.

— ¿Hacer qué? — se burla de mí. 

—Tienes el Circle C y los libros sucios. Si se queda aquí, será ella la que esté esposada.

Al darme cuenta de lo que quiere decir, rechino los dientes traseros de rabia. 

—Eres una auténtica mierda, ¿lo sabías? Hay que ser especialmente imbécil para tirar a tu hija debajo del autobús. —No se molesta en negar una palabra de lo que digo. —Déjame adivinar, ¿lo archivaste todo a su nombre? ¿Y estoy dispuesto a adivinar y decir que el banco no liberará los fondos que te transferí a menos que ella lo firme?

Su sonrisa vacila ligeramente y oigo a Camila jadear detrás de él.

—Es igual que su madre. Se abre de piernas para la primera polla que se le acerca y no escucha órdenes.

—Encontré la escritura. — Ahora lo tengo hablando, y al acercarme a él, lo aleja de Camila. —Vi el nombre de Camila en ella. ¿Fue por su madre?

—Ella me engañó. — me frunce el ceño y veo cómo aprieta los puños. —Cuando lo descubrí, eché a esa zorra de la ciudad y me aseguré de que nunca volviera.

— ¿Qué le hiciste?— pregunta Camila, con voz suave y temblorosa. 

Odio lo jodidamente asustada que está, pero merece saber la verdad.

—Le prometí que si volvía a aparecer, me desquitaría contigo. —la sonrisa que le dedica a Camila me produce escalofríos. —Ella sabía de lo que era capaz, pero le dije que mientras se mantuviera alejada, me encargaría de ti. — pone los ojos en blanco. —Volvió suplicando verte tantas veces que fue patético.

— ¡Basta!— ladro, necesitando que esta conversación termine. 

Una cosa es que Camila descubra la verdad, pero otra es que sea  jodidamente cruel. —Según el contrato que estableció su madre, si te condenaban por un delito grave, la empresa pasaría a ser únicamente 
suya.

—Tal vez. — Se encoge de hombros, fingiendo que no le importa lo que estoy diciendo.

—Mantuviste el nombre de Camila en el papeleo hasta que pudiste  encontrar un comprador que estuviera dispuesto a asumir una arena casi en quiebra. Pero luego te volvió a joder su madre porque no podías conseguir todo el dinero sin Camila. Por eso volviste por ella.

—Ella es mercancía usada ahora de todos modos, ¿qué te importa? Tienes la arena y su cereza. Ahora me la llevaré conmigo y la haré útil.

—Por encima de mi cadáver. — mi voz es fría como el hielo mientras cierro la distancia entre nosotros y lo empujo contra la pared. 

—No te llevarás a la mujer que amo lejos de mí.

— ¿Amor?— se ríe y entonces mi mano le rodea el cuello. 

Empieza a toser y a ahogarse, pero aprieto más fuerte.

—He conocido mucha basura en mi vida, pero nada se compara contigo. Eres un montón de basura con forma humana, y ahora me toca a mí asegurarme de que nunca vuelvas.

COMPRADA ~Camren G!P~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora