Vio el momento exacto en el que la mandíbula de Harry cayó. No lo culpaba, no todos los días ves a alguien transformándose en lobo frente a ti, especialmente cuando se supone que eso ya no pasaba.

El omega boqueó un par de veces antes de comenzar a retroceder hacía la cabecera de la cama, Louis lloriqueó un poco y se acercó un par de pasos.

Levantó su pata derecha cubierta de un suave y brillante pelaje blanco, colocándola sobre el edredón, tenía que confiar y acercarse por su propia cuenta.

—¿L-Louis?

Ni siquiera notó el momento en el que comenzó a mover la colita por la felicidad. Adoraba escuchar su nombre siendo pronunciado por él.

Harry dudó un poco antes de extender su mano en su dirección. Se veía tan confundido y contrariado, no sabía qué hacer o cómo debía actuar.

Louis, transformado en un gran lobo blanco, subió a la cama de un salto. Era mucho más sencillo ignorar su herida al estar en esa forma.

Se acercó hasta que estuvo cubriendo el cuerpo del menor con el suyo, lo vio cerrar los ojos y girar la cabeza. ¿Le tenía miedo?

Eso lo entristeció un poco, ni siquiera lo pensó antes de apoyar su cabeza en el pecho del contrario y usar su lengua para lamer la mejilla expuesta del menor.

También liberó algunas feromonas tranquilizantes, necesitaba que su lobo lo reconociera, que sus lados animales conectaran para que Harry dejara de lado el temor de su lado humano.

Louis inclinó la cabeza contra su palma cuando el omega comenzó a acariciarlo con la mano temblorosa, parpadeó con lentitud y lo miró directamente a los ojos, intentando transmitirle seguridad.

Harry se mostró más confiado cuando volvió a lamerlo, la presión que la cabeza de Louis causaba en su pecho se sentía tan cómoda y confortable, por lo que cuando su lobo lo aceptó, él no tardó en hacerlo.

Lo acaricio con suavidad, especialmente en medio de sus orejas; el lobo lo miraba con tanta ternura que cuando al fin se familiarizó con él, ya no sintió miedo.

Al contrario, todo se sentía tan familiar, su omega lo reconocía como su alfa, por mucho que quisiera, no podía ir en contra de lo que su lobo quería.

Louis lo miró a través de sus pestañas albinas en espera de alguna reacción, sin embargo, Harry parecía más concentrado en intentar entender lo que sucedía frente a él.

Cerró los ojos suavemente, sintiéndose en total calma al estar tan cerca de su omega; si era la última vez que estaría así con él, entonces quería aprovecharlo.

Se quedaron así por algunos minutos, quizás ambos necesitaban esa pausa para ordenar sus pensamientos y dudas, ambos lo sabían.

Después de todo, no está mal detenerse a descansar un poco, siempre y cuando sea un descanso y no un abandono.

Harry fue el primero en hablar. Había intentado unir los puntos en su cabeza, sin embargo, no lo logró, así que necesitaba su ayuda para entender.

—Louis... —esperó a que el lobo lo escuchara para seguir hablando —Entiendo esto, no lo creía posible, aunque lo entiendo, pero entonces, ¿qué pasó hace diez años? ¿Cómo es posible?

El lobo ladeó la cabeza antes de incorporarse sobre la cama y transformarse nuevamente.

Bajó la mirada recordando aquellas memorias que desearía haber perdido hace tanto tiempo —Soy un lobo puro, al igual que toda mi familia. Somos una de las familias mejor posicionadas en el país y eso no se debe al dinero, se debe al linaje. La capacidad de transformarnos en nuestros lados animales se perdió hace siglos, sin embargo, en todo el mundo existen muchas familias que lograron preservar esta capacidad, es por eso que es tan valiosa y peligrosa al mismo tiempo.

you again || l.sWhere stories live. Discover now