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narrador omnisciente
Las fiestas ya estaban a un día de comenzar, por lo cual sarah se encontraba bastante inquieta.
Desde que tiene uso de razón adora la navidad. Es la única festividad donde se siente feliz, pasando tiempo con familiares o abriendo regalos.
Este año iba a ser diferente. su familia se encontraba en su país de origen y no en inglaterra, por lo cual debería festejar la navidad sola.
Lo único bueno de este año es que recibiría regalos que le mandarían por correo, y viceversa, aunque no se sentía como tenerlos allí presente.
Por otro lado, gemma insistía en acompañar a la estadunidense en su festividad favorita, pero al instante se negó, ya que quería que su mejor amiga la pase de maravilla con sus seres queridos.
En la tarde del veinticuatro, tomó las llaves del auto y arrancó rumbo a el centro comercial.
Busco en cada tienda que se encontraba a la frente suya, intentando elegir el presente indicado para su familia.
— piensa en lo que más les gusta hacer - dijo para si misma.
Era muy indecisa, por lo cual este trabajo no era el indicado para ella.
Se decidió por unas zapatillas para su hermano, ya que no era muy fan de los obsequios. Tenía diez años y prefería jugar con los envoltorios de lo que le habían regalado.
Ahora habría llegado el turno de su hermana menor, que era una adolescente. Cuando sarah se mudó hacia gran bretaña, madison cambio repentinamente ya que había iniciado una nueva etapa, por lo cual la ojiverde no tenía ni la más mínima idea de sus gustos.
— ¿tienes idea de algo que le podría gustar a una niña de quince años? - me pregunto al vendedor.
Aquel señor se limitó a asentir e indicarle a sarah para donde ir, llevándola a una sección donde se encontraba de todo.
La modelo tenía demasiado buen gusto, sabía que podría irle a cada persona con solo echarle un vistazo, pero con su hermana no causaba lo mismo.
Hace rato que no la veía y no sabía cómo se encontraba ahora.
Optó por llamar a su amiga, esperando que le dé una mano.
— no tengo idea de que regalarle - admitió - me estoy estresando bastante.
— oye, ¿estás hablando de maddie? es súper fácil, mira sus redes sociales y verás que con solo ver la foto de perfil ya te guías.
— no cuelgues, déjame ver un segundo.
Presionó la app donde se encontraba su perfil. Tecleo en el buscador su usuario con el cual estaba registrada para hacerle click.
— tiene un estilo muy básico, no era tan dificil como pensaba - suspiro, aliviada.
Tomó un carrito para echar las cosas que iría a comprarle, empezando por unas remeras y terminando con unos buzos.
Decidió llevarle el talle que pensaba que le iría, ya que como eran tiendas de países distintos no aceptarían cambios de unas prendas que se hicieron en otro continente.
— ¿pagarás con efectivo o tarjeta?
— tarjeta- vociferó la de cabello azabache entregándole aquel objeto.
Cuando ya le entregaron sus bolsas, salió rápidamente de la tienda, ya que si muchos paparazzis la veían preguntarían sobre el tema de antoine, el cual no quería tocar, y menos el de joão, del por qué ya no se veían como antes.
Prendió el motor del coche para dar marcha atrás. Salió exitosamente del estacionamiento para encender el localizador hasta su casa.
Al llegar, arrojó sus llaves en la mesa que se encontraba a un lado de la entrada, y seguido a eso, se sacó las zapatillas para dejarlas en el suelo.
Camino vagamente hacia la cocina, donde anteriormente había cocinado las típicas galletas navideñas que cocinaba todos los años con su madre, menos esta vez.
Las tomó y se recostó en el sofá, para ver películas de la festividad antes de la mañana del veinticinco.
Este año fue muy diferente, penso.
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ok fue muy corto pero es que el final ya está demasiado cerquita 🫣
