you again || l.s

doce

Louis intentó acercarse en cuanto reconoció el aroma del omega, el dulce aroma de su omega que reconocería en cualquier parte. Se quejó de dolor cuando se movió apenas unos centímetros —Harry...

El omega cubrió su nariz al reconocer el fuerte aliento a alcohol, siendo honesto, no le gustaba para nada.

Abrió la puerta y se acercó a él, intentando examinarlo a pesar de la oscuridad, tragó saliva cuando sintió la mano del alfa cubriendo la suya; lo pensó un momento antes de entrelazar sus dedos —Tranquilo, estoy aquí. Dime lo que pasó, ¿estás bien?

Louis negó con la cabeza y sostuvo su mano más fuerte, estaba tan asustado de estar solo otra vez.

—Necesito hablar contigo, por favor, debo hacerlo antes de que te vayas otra vez.

El omega tragó saliva y parpadeó con rapidez en un intento de alejar las lágrimas que se acumulaban en los costados de sus ojos —Dime si estás herido, necesito llevarte a un hospital.

—No me importa, solo necesito que me escuches, por favor, Harry. Solo necesito eso, solo quiero ser amado por ti.

Harry talló su ojo con la mano libre y asintió con pesadez —No me iré, lo prometo, pero primero necesito saber que estás bien. Te llevaré a un hospital si es necesario, pero no voy a dejarte solo.

El alfa murmuró una afirmación y suspiró antes de girarse para finalmente mostrar la herida en el costado de su abdomen, parecía que uno de los vidrios del parabrisas había ido directamente a su piel; estuvo haciendo presión en un intento de detener el sangrado, sin embargo, no estaba funcionando y Louis ya se sentía bastante débil.

Harry ahogó un jadeo, obligándose a respirar profundo para mantenerse calmado —Tenemos que ir al hospital, ven aquí.

—No puedo mantenerme de pie...

—Te ayudaré —prometió mientras hacía lo posible para sacarlo del auto, en cuanto lo logró, lo hizo apoyar su peso en su cuerpo. Podía escucharlo quejarse por el dolor a su lado y era bastante complicado sostenerlo, pero no planeaba dejarlo.

Apenas lograron llegar a su propio auto, lo metió como pudo en el asiento del copiloto y corrió al otro lado para finalmente encender el motor.

Lo dejó tomar su mano en el momento en que la alejó del volante, casi podía sentir a su lobo rogando por consuelo, necesitando tan desesperadamente el apoyo de quien reclamaba como suyo.

Podía sentir la adrenalina presionando en su pecho y su propio aroma demostrando su alto nivel de ansiedad y preocupación. Su lobo gruñendo con dolor, sus instintos más animales lo hacían sentirse tan impotente.

¿Qué tan grave podía ser esa herida? Ni siquiera quería pensar en eso.

Inhaló profundamente mientras sentía la velocidad del viento golpeando su rostro, estaba tan feliz de que esa carretera estuviera vacía casi todo el tiempo.

Diez minutos jamás le habían parecido tanto tiempo como en ese momento, justo lo necesario para llegar al hospital más cercano y le asustaba tanto que hubiera sido demasiado.

Sacó el celular de Louis de su bolsillo antes de entrar a emergencias pidiendo ayuda, explicó rápidamente lo que había pasado a una enfermera que se acercó para apoyarlo, quien a su vez, llamó a un doctor y otro par de enfermeros.

Intentó seguirlos cuando vio que lo sacaron del auto y ahora iba en un camilla, sin embargo, el chico que estaba en recepción lo detuvo antes de que avanzara siquiera un poco.

—Disculpe, necesito que me proporcione algunos datos acerca del paciente.

Harry lo miró conteniendo las lágrimas, ni siquiera lo estaba escuchando correctamente, solo quería ir detrás de Louis.