Capítulo 1: Infeliz Cumpleaños.

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Me miraba frente al espejo mientras cepillaba mi cabello con un poco de nostalgia. 

Mi madre habia dejado un vestido colgado en una de las esquinas del gran espejo y admito que lo miraba con desagrado, no porque fuera horrible, la verdad mi madre tenia buen gusto, era por toda la situación desastroza que implicaba mi cumpleaños.

De nuevo miré mi cabello y di un suspiro, no tenia arreglo, extrañaba mi cabello largo. Justo el día de hoy queria que fuera diferente, pero no podía quejarme si ya desde los 7 años ese habia sido mi corte de cabello habitual, corto, solo 4 dedos por debajo de mis hombros.

Pero de nuevo lo importante, mi cumpleaños.

Una fecha se supone especial para cualquiera, pero para mi un día de guerra, un día para estar prevenidos para cualquier eventualidad, un día en el que siempre tenia que esperar lo peor.

-¡Mia, date prisa que los invitados ya están por llegar!

Suspire frustrada al escucharla gritar desde abajo.

Me coloqué el vestido y me di una última mirada.

-Los 17 me sientan bien- Subi las cejas de arriba abajo.- Espero que no me lo arruine tan feo este año.

Escuché un auto aparcarse frente a la casa, me asomé por la ventana y apreté el marco de esta con fuerza.

-Diablos ya llegaron, ¿pero por qué tan rapido?

Ahi estaba la tía Catherine y el tío Antoine, los procreadores del más horrible demonio que ha azotado este mundo... pero ¿dónde estaba el demonio? solo estaba su inofensivo hermano menor Davide, que no mataba ni a una mosca, tenia 8 años y su pasatiempo favorito era estar pegado a la consola de videojuegos.

Tragué corto y me alejé de la ventana, en este momento estaban saludando a mi madre y los estaba invitando a pasar.

Tocaron la puerta y apareció mi padre, empapado de sudor, seguro entrenaba.

-Tu mamá te dijo que bajaras...- Me miró un instante y sonrió.- Feliz cumpleaños mi amor.

-Enseguida voy- Suspiré en dirección a la puerta.- Gracias papá.

Bajé con cautela y estaban un par de personas amigos de mis padres, los abuelos y mis tios que recien llegaban.

-¡Querida Mia!- Saludó la tía Catherine apenas me vio, se abalanzó sobre mi.- Pero qué grande estás, eres toda una mujer ahora.

Sonreí sin muchas ganas devolviéndole el abrazo. 

-Si, me alimentan muy bien- Bromeé y vi a mi madre, ella solo entrecerró los ojos.- ¿Dónde está Dylan?- Fui al grano.

-Oh, Dylan está de camino, insistió en que iria a buscar tu regalo- Sonrió.- Pero descuida, vendrá pronto.

Los pelos se me pusieron de punta.

-Mi regalo... lo traerá Dylan...- Sonreí.- Pero qué considerado...

-Ya sabes como es, él te adora.

Abrí tanto los ojos que sentí que se me saldrían, y sonreí disfrazando mi asco.

"me adora"

Este cumpleaños seria un desastre más, estaba claro.

***

-¡Hola hola!- Abri la puerta encontrándome con Sami, mi mejor amiga.

Le di un gran abrazo.

-Que bueno que pudiste venir.

-Y no vine sola- Soltó picara.- A que no sabes quien me dio el aventón y estuvo loco por venir a tu cumpleaños.

Enemigo de la Infanciaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن