32. La boda [Parte 1]

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(28 de febrero, 6:20 PM, azotea de eventos.)

Finalmente el día había llegado. Casi seis meses de preparación habían rendido sus frutos, la boda había sido preparada con satisfacción para muchos de los involucrados; especialmente para Edgeworth. Era una noche esplendorosa para un casamiento, temperatura y viento ideal, las estrellas a medio ver, y el resto del horizonte era cubierto por las luces de los edificios de la ciudad.

La primero que verías nada más salir del elevador, además de un mesero que te lleve a tu lugar, es la primera mitad de la azotea especial para la recepción; la cual estaba bajo un techo especial de vigas de madera con decoraciones de enredaderas muy verdes, y tiras largas de foquitos colgados que iluminaban perfectamente, a través de dichas vigas podía verse el cielo nocturno por medio de una lona transparente casi imperceptible. Bajo ese techo se encontraban un gran número de mesas redondas de madera fina, igual con decoraciones herbales como centro de mesa; un gran espacio libre en medio, para el baile de más adelante; una sección especial detrás de las mesas a mano izquierda con los cocineros preparando la comida caliente, además de la comida ya lista esperando ser servida, y el enorme pastel de boda de cinco pisos.

La segunda mitad de la azotea era la destechada, aquella especial para el evento principal del casamiento. Dos hileras de bancos alargados especiales mirando hacia el altar, con un arco gigante de flores y madera blanquecina. Del lado izquierdo, una pequeña zona con una guitarra acústica esperando ser usada por su músico para ambientar la ceremonia. Toda la orilla de la zona estaba compuesta por arbustos florales especiales para la ocasión y un muro de cristal para prevenir accidentes. Aunque desde luego, toda esa zona ya era visible a lo lejos desde que se salía del elevador; el cual fue el caso de Phoenix.

Toda esa vista deslumbró bastante a Wright, que no esperaba para nada una boda tan moderna y de ensueño, aunque ya sabía que sería fuera de la iglesia.

(Vaya... Seguro Rhoda convenció a Edgeworth de hacer todo más vistoso.)

Phoenix iba vestido con un traje negro especial para la ocasión, con un chaleco color crema, una camisa blanca y una corbata azul; pero el elemento más impresionante, era que por primera vez en años, de nuevo estaba peinado con su estilo en pinchos ultra rectos y afilados. Era como ver otra vez al Wright clásico, pero con un cuerpo un poco más maduro.

Nada más dar un par de pasos, el mesero le intervino.

-Déjeme adivinar. Señor Wright, ¿verdad? -preguntó con una sonrisa.

-Así es, ¿qué me delató? -bromeó Phoenix pasando levemente su mano por su peinado.

-Lo conduciré a su mesa, señor. -le dijo junto a un ademán.

No tuvieron que caminar mucho para llegar, aunque estaba bastante lleno de gente ya, aun faltando cuarenta minutos para el evento principal. Gente conocida, y no tan conocida. La primera cara familiar que vio fue la de una chica linda en vestido verde y gafas rosas, era la mismísima Ema Skye, que se quedó maravillada al ver a Phoenix.

-¡¡Phoenix Wright!! -exclamó emocionada y yendo a abrazarlo.

-¡Ema, qué gusto verte! -dijo igual emocionado. -Sí que has crecido estos años.

-Y tú a los lados. -bromeó ella.

-Y eso que no me viste hace cinco meses, no cabría en este traje. -siguió con la broma.

(¿Desde cuándo me tutea?)

-¿Cómo es eso posible? Científicamente hablando. -preguntó arqueando una ceja. -Solo bromeo. -se rindió ante la risa.

-Tú nunca cambias. -siguió con la risa.

-Ay, Phoenix, hay mucho que contarte. No sabes la de cosas que me han pasado. -señaló Ema dramáticamente hablando, mientras le seguía el paso a Wright de camino a su mesa.

El Corazón Que No Late - Phoenix Wright Ace Attorney +18Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon