Las horas, los minutos y los segundos nos persiguen a todos como una gran mentira. El tiempo puede ser tu mejor amigo o puede ser tu perdición, te da las mejores aventuras y te puede sentenciar; tu decides que hacer ¿Te arriesgas?
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—¿Tienen todo listo muchachos? ¡Esto quedará para la historia! — Tengo años trabajando en esto...
—Todavía nos hacen falta un par de cosas jefe, es extraño, pero, hay unos datos que tenemos que arreglar. En un par de horas las tendremos listas.
—¿Qué? ¿No has dormido bien verdad? Tenemos casi 10 años trabajando en esto, 65.5 millones invertidos y me dices ahora que ¿Hay que retrasar? Estás loco—. No puedo esperar más, tengo a la tercera parte del mundo a la espera de esto.
—¿Que pasa Témottê? ¿Por qué tanta molestia?— Pregunta mi mejor amigo. Esperaba no hablar de esto con él, pero bueno...
—Te explico: ayer me dijeron que ya solo faltaban un par de ajustes para la perfección el día de hoy y ahora me dicen que la computadora está soltando datos incorrectos—.
—Tranquilo, entiendo tu estrés. Esperemos un poco más, esto es muy importante, mientras, ve a hablar con Horloge, Linda y Aslan— Explica Friederish—. Yo iré a saludar a los representantes de la ONU
—Está bien, pero antes, necesito saber con exactitud que está pasando, bajaré a la cabina principal.
E invertido mucho en esto, no puedo darme el lujo que algo se descontrole, tengo a los presidentes y a los representantes de los países más poderosos. Bajando las escaleras, por suerte, dejan de sonar las alarmas.
—Explíquenme esto, ¿Qué salió mal?
—La verdad señor... es que no sabemos con exactitud, estamos trabajando en eso. Pero ya pueden ir entrando en las cápsulas Horloge y Linda.
—¡Oye! ¿Puedes darle a Friederish el informe de los técnicos? Mejor... llámalo— ordeno a mi secretario
Todos se quedan en silencio y solo se escuchan las teclas de las computadoras. Odio no tener respuestas y esperar.
—Listo señor, ya acomodamos todo— Me informa el capitán de mi equipo de trabajo
—¡Hasta que al fin ¡Ya era hora!
Pensé que iba a tomar demasiado tiempo... suerte quizás. Ahora sí puedo cumplir con mi parte, subo al auditorio principal e inicia una nueva era...
—Hasta el día de hoy el ser humano ha sido capaz de conquistar la luna , el cuerpo y la vida, pero... ¿Qué hay de la materia, el espacio relativo y el universo? Hoy demostraremos que lo podemos controlar. Les presento las primeras dos naves capaces de viajar y de teletransportarse a cualquier parte de la tierra. Esto ha sido posible gracias al arduo trabajo de nuestros científicos, el interés público y el apoyo incondicional de mi amigo Friederish Kowalski.
Mientras el auditorio aplaude, mi celular empieza a sonar y me aparto para contestarlo
—Oye, tu sigue, me están llamando— susurro y dejo a mi amigo hablando con los presentes.
