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Todo había salido tal cual lo planee, me internaron por una semana en el hospital, luego que me permitieron la salida fui con papá al hotel empaque mis cosas ya a la mañana siguiente estábamos en el avión de camino a Inglaterra.

Teníamos más de tres horas en el avión, Mark estaba a mi lado ya dormido pero yo no podía hacer lo mismo por más que lo intentaba, tenía muchas cosas en la cabeza, De alguna manera extrañaré Canadá, me duele haberme ido y separarme de Kira y Liam.

Las siguientes horas intenté dormir, pero no pude, estaba pensando demasiado y no podia quitarme este peso del pecho de saber que ya no los tendré conmigo, que ya no podre robarle su jugo de fresa a Liam y hacer chistes malos sobre nuestra situación. Que ya no podre ir al lago que Camila me había mostrado y gritarles a los árboles como me siento. Pero nada de eso se compara con saber que ya no la tendré a ella.

Aterrizamos en Inglaterra a las primeras horas de la mañana, el chofer de Mike nos esperaba a la salida del aeropuerto, papá me ayudo a subir las maletas y en el camino solo me dediqué a ver la calle, autos, y edificios pasar a medida que avanzamos.

-¿Estás bien?-la voz gruesa de papá me hizo apartar la mirada de la ventana.

-Si- le doy una pequeña sonrisa, pero aun así no quita su cara de preocupación.

Todo el trayecto a casa fue silencioso, ninguno volvió hablar, cuando el chofer se detuvo frente a la casa que no había visto hace más de dos meses me dio una pequeña punzada. ¿En verdad quiero estar aquí?

La casa por fuera era un contraste de blanco y gris en la cima, tenía dos pisos y grandes ventanales. Baje del auto con las manos en el suéter negro con el que había venido y el chofer se encargo de bajar todas mis maletas. A pasos lentos me puse al lado de Mike que continuaba hablando por teléfono. Cuando llego a la enorme puerta blanca siento como que nunca me fui.

Toco el timbre y espero ansiosa que mi madre abra la puerta. Cuando abren la puerta mi sonrisa se desvanece cuando veo que la que abre no es mi madre es otra persona que nunca había visto, una rubia que no le doy más de treinta, con un labial rojo intenso, unos guantes que cubren la mitad de sus brazos y unos pantalones que apenas la dejan caminar mi recibe

-Lauren -chilla la mujer envolviéndome en un abrazo que no correspondo por lo confundida que me encuentro- tenía muchas ganas de conocerte- cuando me suelta la evalúo, su rostro tiene una gran cantidad de maquillaje, lo que me deja más confundida es que su ropa no se parece a las que usan las mujeres de limpieza.

-¿Quién eres?-lanzó cuando me suelta.

-Bueno yo..- la mujer mira detrás de mi, yo también volteo encontrándome con el rostro de Mike un tanto desencajado.

-Lauren- habla mi padre en tono serio-ella es April-hace una pausa - mi...-deja la frase a la mitad cuando la tal April lo interrumpe.

-Novia-contesta la mujer que bien podría ser mi hermana haciendo que mi mandibula se desencaje por completo.

-¿Tu novia?-repito lentamente dedicándole una mirada asesina a Mike -esto es una clase de broma de mal gusto o algo-su rostro solo me confirma que esto no es ninguna broma - ¿Dónde está mi madre?-digo lentamente-¿Dónde está Clara donde está Taylor? -estaba empezando a alterarme.

-Lauren, cálmate estás pálida-mi padre intenta acercarse, pero doy un paso atrás tropezando con April.

-¿Dónde esta Clara, mi madre?-repito más lento -y Tay mi hermana.

-Pensé que lo sabías amor-la tal April intenta tomarme de la mano, pero me alejo de ella bruscamente aún más alterada.

-¡No me toques ni me digas amor quiero saber donde demonios esta mi madre y que demonios hace esta mujer en su casa!-observo a mi padre con los ojos abiertos de par en par, él duda en contestar unos segundos que se me hacen eternos. Lo que siento justo ahora no es tristeza es ira, cada parte de mi quiere gritarle.

Antes De Que Te Vayas Where stories live. Discover now