Dos

7 0 0
                                    

Mi cuarto está tranquilo, solo faltaban horas para que mi mundo se vaya de nuevo, los dolores estaban ya afectando mi vista, el suelo frió parecía ser lo único que calmaba un poco el dolor. Ya solo debía esperar, cerré mis ojos.

— Es hora — una voz resonó en el cuarto—Aún no — me volteo a verla — Tu tiempo se acaba, soy tu única esperanza — sus ojos son completamente negros — Tengo miedo — tan profundo es su color.

Sus ojos por que son de ese color, ¿Quién es ella?

— Yo también — me respondió — ¿Entonces es una promesa? — me senté enfrente de ella — si es una promesa — Se levanto y me extendió su mano — puedes solo llevarte tres cosas, elige bien —

Tres cosas, tres cosas nada más, en este mundo no tengo mucho de donde elegir, después del tercer reseteo no suelo guardar cosas, tome por inercia mi mochila, técnicamente eso contaba como una cosa sin importar lo que pose adentro, después me acerque a mi cama tome mi antiguo peluche junto a mi libreta de dibujo y los metí sin prisa en mi mochila.

— Listo, ¿Cómo te doy lo que quieres? — ella tomo mi mano, parece pequeña, calculo que tiene unos siete años o solo será que soy muy grande para tener doce. Sentí un tirón en mi estómago y cerré mis ojos.

El dolor se fue, estamos en un espacio negro, observe para todos lados, no había nada, ¿será la zona de carga?, hace mucho que no logro entrar a esta área.

Ella está ahí, parece ocupada con unos códigos, después me mira y con la mano me indica que me acerque. Ya estado a su lado vuelve a hablar.

— Este mundo tiene muchas fallas, tendré que hacer unas modificaciones, significa que ya no serás un "Frisk original" serás una variación — Parecía preocupada de que me negara, pero hace tiempo deje de sentirme como yo — no me importa ¿Qué pasara con "ellos" seguirán siendo ya sabes ellos? — levanto una ceja y proceso mi pregunta —No sé, pero sus almas serán las mismas, con la diferencia que tendrás una variación de ellos, más bien como debió ser tu mundo— parecía algo inquieta cuando volvía ver los códigos ­— No entiendo — volvió su mirada a mi —Tu desde un principio eras una variación, supongo que tu código se mezclo con este mundo, eres alguien fuera de la línea— hubo un silencio no entendía nada ella volvió a hablar — pero yo puedo hacer este mundo tuyo — me sonrió y siguió con eso.

Me senté a esperar, lo que fuera que estaba pasando no entendía ni un poco, fueron supongo quince minutos cuando ella paro y se acercó a mí.

— Está todo listo ­— extendió su mano, yo la tome. Ella seria mi salvación, al fin algo de lo que aferrarme a esta vida.

Otra vez sentí un tirón y todo negro.

PromidetaleWhere stories live. Discover now